Clarice Herzog, viuda del periodista Vladimir Herzog, pidió hoy a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) una condena al Estado de Brasil por la tortura y ejecución de su marido durante la dictadura militar en 1975, la cual permita “conocer la verdad” de esa época.
“Todos los que perdimos compañeros, hijos, padres, tenemos derecho a saber la verdad. Espero que la Corte exija al Estado que haga algo, que se haga responsable para que se conozca la verdad de lo que pasó en la dictadura y que no está en los libros de historia”, declaró Herzog.
Agregó que: “Debemos luchar por la verdad y contra la impunidad porque los ciudadanos lo merecen, Vlado (Vladimir) forma parte de la historia de Brasil”.
La CorteIDH lleva a cabo hoy la audiencia por el caso de las presuntas torturas y posterior ejecución que sufrió Vladimir Herzog durante su detención el 24 de octubre de 1975, tras presentarse voluntariamente a declarar ante autoridades militares del DOI / CODI de Sao Paulo.
Las autoridades brasileñas de la época informaron que se trató de un suicidio, pero investigaciones posteriores determinaron que Herzog murió tras ser torturado, según la demanda interpuesta ante la CorteIDH por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Clarice explicó que su esposo trabajaba para la estatal TV Cultural de Brasil y que comenzó a ser señalado como comunista y que además fue expulsado del Colegio de Periodistas.
“Él quería una televisión educativa de verdad y quería seguir el modelo de la BBC. Él quería salir a la calle, acercarse a la gente, conocer cómo vivían y hacer denuncias”, relató la mujer entre lágrimas.
Herzog pidió a los jueces que obliguen al Estado investigar y esclarecer lo sucedido, además de encontrar a los culpables de la muerte de su marido.
“Quiero que exijan a Brasil que termine la impunidad. La sociedad tiene derecho a saber la verdad. Mi esposo fue un hombre bueno que murió a palos”, expresó.
Clarice Herzog comentó que cuando murió su esposo, sus hijos André e Ivo tenían 9 y 7 años. En la actualidad el primero trabaja en Washington e Ivo dirige el Instituto Vladimir Herzog, que se dedica a la búsqueda de la verdad de lo ocurrido en la dictadura.
Los familiares propusieron, en 1976, una acción civil declaratoria en la Justicia Federal que desmintió la versión del suicidio y en 1992, el Ministerio Público del Estado de Sao Paulo pidió la apertura de una investigación policial, pero el Tribunal de Justicia consideró que la Ley de Amnistía era un obstáculo para la realización de las investigaciones.
Tras otro intento de esclarecer los hechos, en el 2008 el caso fue archivado por prescripción, según la demanda.
En la audiencia de hoy la CorteIDH, con sede en Costa Rica, también escuchará a peritos y los alegatos finales de los representantes de las víctimas, los agentes del Estado y la CIDH.