Vladimir Putin apuesta por renovar alianza con Irán y Norcorea

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MOSCÚ.- El presidente ruso, Vladimir Putin, empeñado en buscar alternativas a Occidente, ha decidido renovar la alianza con Irán y Corea del Norte, regímenes también sometidos a sanciones internacionales, aunque por sus ambiciones nucleares.

En el plazo de una semana, Rusia retiró el veto presidencial al suministro de misiles antiaéreos S-300 a Irán, lo que levantó ampollas en Israel, y abrió el Año de la Amistad con Corea del Norte, cuyo líder, Kim Jong-un, visitará en breve Moscú.

Las relaciones entre Rusia e Irán se habían enfriado desde que el Kremlin suspendiera dicho contrato de armas en 2010, pero el reciente preacuerdo nuclear entre Teherán y las grandes potencias ha dejado las manos libres a Moscú.

Aunque el primer ministro israelí, Benjamin Netanhayu, discrepa, Putin mantiene que su decisión es puramente comercial, ya que los S-300 son sistemas defensivos que servirán de factor de contención en Oriente Medio.

La operación, que permitirá a Teherán disponer de un escudo antimisiles ante un posible ataque israelí o estadounidense, se estima en 900 millones de dólares, una cifra nada desdeñable para una Rusia en plena recesión.

A eso se suman los 4 mil millones que Moscú afrontaba como multa por impago si hubiera prosperado la denuncia presentada por Teherán ante el Tribunal de Arbitraje de Ginebra por incumplimiento de contrato.

Aunque no se puede desdeñar el aspecto militar, los expertos coinciden en que Moscú intenta ponerse a la cabeza en la carrera que ya ha arrancado por hacer negocios en Irán una vez se firme al acuerdo nuclear en junio.

Putin no quiere que a Rusia le pase como en Libia e Irak, donde la caída de ambos regímenes autoritarios causó pérdidas multimillonarias a las compañías rusas.

En realidad, Rusia ya lleva varios meses negociando acuerdos comerciales con la República Islámica, muy necesitada de alimentos, productos agrícolas y equipos técnicos debido al embargo occidental.

La prensa incluso llegó a hablar de un acuerdo de intercambio de productos rusos por 500 mil barriles diarios de crudo iraní, pero esta transacción aún no ha sido confirmada oficialmente.

Lo que es seguro es que Rusia ya se comprometió a finales de 2014 a construir, como mínimo, dos nuevos reactores en Bushehr (Golfo Pérsico), la primera central nuclear iraní.

(Efe).