Alfredo Quesada: la Copa del 75 y la verdad del 78

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Pocos tienen el privilegio de ser historia viva, de cargar sobre sus hombros el peso de una época dorada. Alfredo Quesada es uno de ellos. El gran «Flaco», el patrón del mediocampo de Sporting Cristal y la selección peruana, ha roto un largo silencio para descorrer el velo de su gloriosa carrera. Y lo ha hecho con la franqueza de quien ha visto todo, en una conversación que destila anécdotas, confesiones y un amor inquebrantable por el fútbol.

No es común escuchar a un crack de su talla hablar de sus orígenes con tanta humildad. La historia del “Flaco” Quesada no empieza en los estadios repletos, sino en la Talara de su niñez, en Piura. Fue la promesa de un amigo la que lo hizo subirse a un ómnibus hacia Lima, sin saber que se dirigía a un futuro de gloria.

En la capital, el destino le tenía reservada una sorpresa en el Rímac. Quesada llegó a Sporting Cristal como puntero derecho, un extremo con velocidad y desborde. Pero un gigante del fútbol, el recordado Didi, vio en él algo más.

El mediocampo que Didi le regaló al Perú

Con una visión que solo los genios poseen, Didi lo sentó un día para comunicarle su decisión. «Tú no vas a jugar más como puntero. Te vas a quedar de mediocampista», le dijo. Alfredo Quesada se convertiría en un «volante de marca», una posición que él confiesa, al principio no entendió del todo. Pero la intuición de Didi era infalible.

Ese cambio táctico no solo moldeó la carrera de un futbolista; le dio al Perú uno de los mejores volantes de marca de su historia, un muro infranqueable que se convertiría en el cimiento de los equipos más recordados.

“Pedrito” Ruiz: memorias íntimas del fútbol peruano

Entre las confesiones más potentes, la del 75 es, sin duda, una de las más crudas y reveladoras. El “Flaco” recordó la Copa América de ese año, una gesta heroica que para él fue mucho más que un simple título. «Esa Copa América de 1975, si no la ganábamos, se acababa el fútbol profesional en el Perú», sentenció con la seriedad que solo un testigo de ese momento puede tener.

Estas revelaciones surgen en una conversación en YouTube a Juan Carlos Esteves Alfaro.

La verdad sobre el 6-0 de Argentina 78

Pero no hay anécdota más esperada que la de aquel fatídico 6-0 ante Argentina en el Mundial de 1978. Un partido que ha sido objeto de mitos y especulaciones durante décadas. Con el semblante firme, Quesada fue categórico en su defensa.

«¿Fueron al camerino a negociar? Nadie fue, nadie. Nosotros llegamos al camerino, y el comando técnico se fue. Después nos fuimos todos», confesó, desmintiendo de una vez por todas la leyenda negra que persigue a ese partido.

Y lo explica con la lógica del futbolista. La diferencia de goles era algo que el equipo sabía, pero era imposible imaginar que un resultado así podría gestarse en el campo. «No fue un partido, fue un baile. Ellos pasaban, hacían un gol, pasaban, hacían un gol», concluyó, pintando un cuadro de impotencia deportiva, pero no de traición.

La crónica de su vida no estaría completa sin hablar de la familia que encontró en Sporting Cristal. “Para mí, Sporting Cristal es mi familia. No es un club”, afirmó con emoción. Un sentimiento que demuestra el lazo inquebrantable que lo une a la institución que lo vio nacer y crecer como leyenda. El “Flaco” Quesada, un hombre que no solo jugó al fútbol, sino que lo vivió con el alma.

Foto gloriosoceleste.com

 

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