KATMANDÚ.- Nepal soportó hoy martes jornadas de disturbios extremos que han cobrado la vida de al menos 25 personas desde el lunes, después del inicio de manifestaciones juveniles contra la corrupción que evolucionaron hacia agresiones contra dirigentes políticos, instalaciones gubernamentales y empresas mediáticas, obligando a la renuncia del primer ministro KP Sharma Oli.
La metrópoli nepalesa se sumergió en incendios y desorden, con grupos prendiendo fuego a estructuras del gobierno y emblemas del poder estatal. Videos compartidos en plataformas digitales exhibían a Katmandú entre alarmas y nubes de humo, mientras los disturbios se propagaban velozmente hacia otras urbes nacionales.
El recrudecimiento del martes se caracterizó por el deceso de Rajyalaxmi Chitrakar, cónyuge del ex primer ministro Jhalanath Khanal, quien pereció tras ser quemada en el interior de su domicilio en Katmandú, según comunicó a EFE un empleado hospitalario.
Tres protestantes también perdieron la vida en el Hospital Civil, según informó a EFE el director del establecimiento, Mohan Regmi, mientras las fuerzas policiales reportaron otros dos decesos en un enfrentamiento armado en el sector de Kalimati.
Ataques directos contra figuras políticas de alto nivel
En episodios inéditos, el ex primer ministro Sher Bahadur Deuba y su cónyuge, la ministra de Exteriores Arzu Rana Deuba, sufrieron agresiones en su domicilio. Los funcionarios fueron rescatados mediante helicópteros militares y conducidos a una base castrense después del ataque a sus hogares.
Posteriormente, masas ingresaron al complejo de Singha Durbar, desplegaron estandartes desde la azotea y encendieron el Parlamento, la Oficina de la Presidencia y el Tribunal Supremo. También fueron consumidas por las llamas las viviendas de más de dos docenas de ministros, incluidas las del presidente, el primer ministro y el ministro del Interior, así como las oficinas del ‘Kantipur Media Group’, el mayor conglomerado de prensa nacional.
Simultáneamente, diversas penitenciarías del territorio fueron ocupadas y aproximadamente 900 internos escaparon, según reportó el medio local ‘Onlinekhabar’. En Bhairahawa, los manifestantes incendiaron el nuevo aeropuerto internacional, mientras el de Katmandú se mantenía clausurado por motivos de seguridad. Las autoridades declararon el cierre de todas las terminales aéreas del país hasta el mediodía del miércoles.
Renuncia del primer ministro tras presión de las calles
El primer ministro KP Sharma Oli presentó su dimisión, asegurando que buscaba una salida política «aceptable bajo la Constitución». Oli había sido designado el 14 de julio de 2024 en virtud de un acuerdo de poder compartido con el Congreso Nepalí que preveía turnarse el cargo con Sher Bahadur Deuba hasta 2027.
El alcalde de Katmandú, Balendra Shah, pidió calma a los jóvenes manifestantes en un mensaje en Facebook. «La nación está en sus manos; cualquier destrucción adicional solo dañará nuestra riqueza colectiva. Por favor, regresen a casa».
Los organizadores de las protestas, por su parte, respondieron a la cobertura internacional en un comunicado etiquetado como #GenZProtestNepal, en el que insistieron en que el levantamiento no es solo una reacción a la prohibición de las redes sociales. «Es una protesta anticorrupción, liderada por estudiantes en uniforme escolar, que pretendía ser una manifestación pacífica», afirmaron.
Fin de una era política controvertida
La dimisión pone fin al cuarto mandato de Oli, una de las figuras más dominantes y controvertidas de la política nepalí. Veterano político forjado en la lucha contra la monarquía, por la que pasó 14 años en prisión, se hizo conocido por su estilo de confrontación y su habilidad para sobrevivir a constantes crisis parlamentarias, aunque finalmente ha sido un levantamiento en las calles lo que ha forzado su caída.
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