El pitazo final en el Estadio Unión Tarma este domingo 26 de octubre de 2025, no solo selló la victoria agónica de Universitario de Deportes sobre ADT (2-1), sino que estampó una hazaña pocas veces vista en la historia moderna del fútbol peruano: el tricampeonato nacional. La estrella 29, lograda de manera consecutiva en 2023, 2024 y 2025, no es casualidad, sino el resultado de un proyecto deportivo sólido, continuidad técnica y una gestión económica que sentó las bases de una hegemonía.
El principal artífice de esta gesta, el estratega uruguayo Jorge Fossati, ha sido la pieza angular de un equipo que ha mantenido una identidad inquebrantable. Su sistema de tres defensores, la verticalidad por las bandas y la solidez defensiva (son invictos desde hace 17 jornadas en el Torneo Clausura 2025) se perfeccionó en estos años. La permanencia de un núcleo duro de jugadores, clave en los triunfos de 2023 y el bicampeonato del Centenario en 2024, aseguró que la filosofía del «Fossatiball» se ejecutara casi por instinto, una continuación de varias temporadas exitosas.
Desde el punto de vista deportivo, la absoluta contundencia de Universitario en 2025 fue la clave para evitar finales dramáticas. Al igual que en su año del Centenario (2024), el equipo crema obtuvo el Torneo Apertura y el Torneo Clausura, consagrándose campeón nacional automáticamente, sin necesidad de disputar play-offs. El Torneo Apertura 2025, por ejemplo, se ganó con un espectacular récord, logrando el primer trofeo de la temporada tras un empate ante Los Chankas.
Universitario venció 2 a 1 al ADT y es tricampeón del fútbol peruano
En el aspecto ofensivo, la efectividad de Álex Valera se convirtió en el grito de gol del tricampeonato. El delantero no solo había sido figura en la lucha por el Apertura 2025, sino que anotó el gol decisivo (el 2-1) ante ADT en Tarma, sellando el título de forma heroica. Junto a él, la capacidad goleadora y el sacrificio de Matías Di Benedetto, quien también anotó en el partido consagratorio, demostraron que el éxito ofensivo se cimentó también en la contribución de los defensores.
Pero el éxito no solo fue deportivo, sino también económico, lo que garantiza la sostenibilidad del proyecto a largo plazo. La «U» acumuló premios millonarios durante el trienio gracias a sus clasificaciones constantes a la Copa Libertadores y, en 2025, por avanzar a los octavos de final del torneo continental. Esta estabilidad financiera permitió al club mantener a su columna vertebral y aspirar a refuerzos de calidad, blindando así su hegemonía en el plano local.
El punto culminante, la victoria en Tarma, representó el carácter épico del tricampeón. Remontar un partido de altura (con autogol incluido), demostró la capacidad de resiliencia y la mística que Fossati supo inculcar a su plantel. Fue una conquista de visitante, en una plaza tradicionalmente difícil, que le dio un sabor más dulce a la copa 29.
Este tricampeonato (2023-2025) tiene un valor histórico añadido: es la segunda vez que Universitario logra esta hazaña. Su anterior tricampeonato (1998, 1999, 2000) había marcado una era de gloria, y esta nueva gesta reafirma a la institución crema como el equipo con más títulos nacionales del fútbol peruano. El proyecto crema, impulsado por una dirigencia que apunta a «seguir haciendo historia», asegura que la vara dejada por Fossati quede en lo más alto.
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La fiesta, que se extenderá hasta la premiación oficial en el Monumental, es el justo reconocimiento a un equipo que dominó el fútbol peruano de principio a fin durante tres años consecutivos, cimentando su éxito en la continuidad, la solidez táctica y la jerarquía individual.
Foto Matías Di Benedetto
