Violencia contra la mujer: el trauma psicológico, secuela oculta de las peruanas

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La violencia contra la mujer en Perú es una crisis estructural con graves repercusiones en la salud mental de la población. Las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), emitidas en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, lo confirman: 52 de cada 100 mujeres de 15 a 49 años han sido víctimas de violencia alguna vez por parte de su pareja o expareja, una cifra que demanda la intervención prioritaria del sector salud mental.

Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES 2024), la violencia psicológica o verbal es la forma más prevalente, afectando al 48.4 % de las mujeres. Este tipo de maltrato, que erosiona constantemente la dignidad y la autoestima, deja heridas invisibles pero profundas. Le siguen las agresiones físicas (25.5 %) y la violencia sexual (5.6 %). La gravedad del problema se subraya al constatar que el 33.9 % de las mujeres fue víctima de violencia por su pareja solo durante los últimos 12 meses.

El Instituto Nacional de Salud Mental «Honorio Delgado-Hideyo Noguchi» (INSM “HD-HN”) subraya que la violencia de género genera secuelas psicológicas devastadoras como el trauma, la depresión, la ansiedad y la pérdida de la autonomía. Para enfrentar esta realidad, el INSM impulsa la campaña «Mentes fuertes, mujeres fuertes», enfocada en la prevención de la violencia contra la mujer desde el trabajo en su salud mental.

OMS advierte que 840 millones de mujeres han sufrido violencia sexual o de pareja

La médica psiquiatra Vanessa Herrera, directora de la DEIDAE Salud Colectiva menciona que «cuando una mujer dice que ‘no era necesario buscar ayuda’, no significa que el problema no exista. Muchas veces es el resultado del miedo, la vergüenza o de haber normalizado el maltrato durante años. Es importante no juzgarlas y ofrecer apoyo lo antes posible. La evidencia internacional muestra que estos factores hacen que miles de mujeres no denuncien. Desde la salud mental trabajamos para que cada mujer pueda reconocer lo que está viviendo, recuperar su confianza, recibir el acompañamiento psicoterapéutico y ser capaz de acercarse con seguridad a los servicios de apoyo y protección».

Uno de los hallazgos más alarmantes de la Encuesta Nacional sobre Relaciones Sociales (ENARES 2024) es la altísima tolerancia social, donde el 75.7 % de la población mayor de 18 años justifica la violencia. El INSM “HD-HN” recomienda integrar en el currículo educativo y en campañas masivas la enseñanza de relaciones saludables, la igualdad de género y el rechazo absoluto a cualquier justificación de la agresión.

Los programas de salud mental comunitaria deben incluir talleres para deconstruir estereotipos de género y educar a la población sobre los signos de riesgo y la ruta de denuncia eficaz, atacando las barreras que impiden la búsqueda de ayuda, como la vergüenza (17.9 %) y el miedo a nuevas agresiones (8.9 %). La violencia culmina en la forma más extrema, el feminicidio, con 154 casos registrados en 2024. Sin embargo, cada agresión psicológica o física representa un fracaso de la sociedad que el INSM “HD-HN” busca revertir fortaleciendo la salud mental de las mujeres, asegurando que su bienestar psicológico sea el primer paso hacia la justicia y la vida libre de violencia.

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