Lo dije hace unas columnas, el camino al bicampeonato de Sporting Cristal parece allanado. Los rímenses al igual que el año 2014 deben una serie de partidos, una situación que parece no tener mejoría en el fútbol peruano. En los mejores torneos del mundo no se postergan los encuentros deportivos por convocatorias a la Selección. Aquí seguimos en la época de la “carreta” en ese y en tantos otros aspectos, como por ejemplo la inutilidad supina del fracasado experimento de la Copa del Inca, un mamotreto que no debería repetirse el 2016. La Universidad César Vallejo ganó esa instancia que hoy ya ni les sirve de “premio consuelo”, pues al no ubicarse entre los ocho primeros no le da derecho a jugar el posible cuadrangular.
Digo posible, porque es de suponer que Sporting Cristal ganando el Torneo Clausura y con el Torneo Apertura ya en su lista de logros del 2015 sería campeón automático (pero las enrevesadas bases, pugnarían por un ilógico partido más, por la plata son capaces de todo). Resolver la situación, dándole a Cristal su título ganado en cancha, valdría de enorme utilidad a la Federación Peruana de Fútbol que quiere contar con la presencia inmediata de Daniel Ahmed, técnico celeste, en la jefatura de la división de menores del Perú. Sería el estratega argentino el verdadero guía para llegar al Mundial Qatar 2022, porque ya en la FPF no creen en las reales chances de Ricardo Gareca, por más que Juan Carlos Oblitas se desgañite señalando lo contrario.
Sporting Cristal bicampeón, y con total justicia, aún más claro que el 2014. Es el único de los clubes que ha mantenido regularidad en los dos torneos oficiales, pues ya lo he dicho la Copa del Inca es una soberbia estupidez. El otro que podría decir presente es Melgar, pero Juan Reynoso tiene un grave defecto en su hoja de vida, fuera de un torneo con el Bolognesi y un campeonato con Universitario de Deportes, no ha sabido conseguir nuevos logros deportivos, y eso que ha pasado por dos instituciones con poder económico y animadores de los últimos años: Sporting Cristal y Juan Aurich, en ambos fracasó.
Franco Navarro vive la misma realidad de Juan Reynoso, no sabe campeonar. Su Copa del Inca, y el final de un Clausura con Cristal en los inicios de su carrera como entrenador son sus únicas “estrellas”. Este año armó un equipo con todos los lujos que quiso en la Universidad César Vallejo y volvió a defraudar. Ojo, compras como las de Mauricio Montes (con algunos goles, pero no se pone la camiseta de protagonista) o Juan Carlos Fernández son culpa pura y llanamente de Navarro.
Universitario de Deportes y Alianza Lima no se pueden dar el lujo, como equipos grandes que son, de tener “gasolina” sólo para unos meses del año. Ambos “compadres” han tenido su cuarto de campeonato, para eso no alcanza. Hoy, el hincha crema anda feliz, igual que el barrista íntimo lo estuvo con el debut del recientemente separado técnico Gustavo Roverano. Es solo azúcar para endulzar un café amargo. La realidad los coloca como espectadores del triunfo de Sporting Cristal.
Volvemos al inicio de esta columna, Sporting Cristal va a ser bicampeón y la celebración del Extremo Celeste aguantará hasta la Copa Libertadores. Porque es un equipo que no ha mejorado su desempeño del 2014, tristemente para el fútbol peruano todos los demás empeoraron.