Floyd Mayweather lleva el apelativo de “money” y él hace uso “generoso” de las implicaciones del apelativo, con sus protectores bucales de 25.000 dólares, sus fotos contando fajos de billetes en la cama y su colección de coches de lujo, entre otras aficiones lejos del alcance del común de la sociedad.
Y sin embargo, aunque su capacidad de recolectar dinero con su actividad es evidente (69 millones de dólares, por ejemplo, ganó en sus dos combates ante el argentino Marcos Maidana en 2014) tiene completamente desasistida una parte capital de los modos de generar ingresos de un deportista: Floyd Mayweather no tiene ni un solo patrocinador o sponsor.
El efecto visual de este detalle se va a ver claramente en la pelea del 2 de mayo. El calzón de Manny Pacquiao valdrá 2,07 millones de euros: lo que aportan las marcas que se anunciarán en él.
El de Floyd Mayweather, en cambio, lucirá inmaculado, porque mientras la cotización comercial del filipino oscila al compás de sus victorias, pues perdió muchos contratos tras la racha de derrotas que sufrió en 2012 ante Timothy Bradley y Juan Manuel Márquez- ninguna marca quiere unir su imagen a la de Floyd Mayweather, al verlo algunos como un deportista ‘superficial’.
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