El título de la Universidad César Vallejo en el Torneo del Inca fue como un zarcillo de fuegos artificiales saludando la conquista de un trofeo que para los trujillanos tiene el mismo valor de la Champions.
El once poeta fue un equipo sin remiendos y teniendo las costuras intactas se deslizó hacia el título guiado por Franco Navarro, el técnico peruano que a los 53 años alcanza la edad de la madurez de un entrenador de fútbol.
De hecho, Franco Navarro resultó ganador por encima de los otros tres técnicos semifinalistas del Torneo del Inca. Por coincidencia tuvo tres rivales extranjeros en los bancos de San Martín, Garcilaso y Alianza Lima, y salió airoso.
No ocurre con frecuencia y pasa desapercibido porque más atención provoca “Esto es guerra” y los meneos de atrevidas jovencitas que al final no dejan nada rescatable para la educación de los televidentes.
Es este el lado oculto de la conquista trujillana. De algo que hay que resaltar porque no le damos valor al trabajo de los entrenadores nacionales. Franco Navarro no es muy carismático, muy a menudo fruncido, pero que merece el reconocimiento de su trabajo perfilado a crecer como profesional de la estrategia.
Desde que falleciera Marcos Calderón, el más ganador de los técnicos en el Perú, no hemos disfrutado de entrenadores capaces de ser catalizadores de títulos ausentes en la memoria del pueblo futbolero.
Así, en todos estos años los técnicos extranjeros que han llegado no han dado la talla. Didí y Tim fueron los únicos que estuvieron escalones más arriba porque nos llevaron a los mundiales de México 70 y España 82, respectivamente.
Popovic, Pepe, Autori, Maturana y Markarián fueron gemelos del fracaso. Con la historia esquiva de papelones en eliminatorias se insiste con Ricardo Gareca en otra intentona para llegar a una Copa del Mundo.
Lo más sensato es que se empiece a mirar el trabajo de los profesionales peruanos y está a la mano Franco Navarro para que tenga una nueva oportunidad. Ya la tuvo antes, pero fue un paso efímero, con Burga en la presidencia.
Podría ser la ocasión de que Franco Navarro sea convocado para ser el asistente de Gareca en este proceso para Rusia 2018 y antes la Copa América en Chile.
El último atisbo de un entrenador peruano que se perfilaba a ser parte del buró de profesionales en nuestro entorno fue Freddy Ternero. Su campaña con Cienciano en la Copa Sudamericana y la Recopa Sudamericana, fue una perfecta ocasión de hacerse dueño del espacio vacío.
Sin embargo Freddy Ternero tuvo otro cometido distinto al postular a la alcaldía del distrito de San Martín de Porras donde realizó un trabajo con altibajos, sin la resonancia que obtuvo con el equipo imperial.