BRASILIA.- La mandataria brasileña, Dilma Rousseff, designó hoy a su antecesor y padrino político Luiz Inácio Lula da Silva, salpicado en las últimas semanas por asuntos de corrupción, como nuevo titular del influyente Ministerio de la Presidencia, informaron fuentes parlamentarias.
El nombramiento aún no ha sido confirmado por el Gobierno, pero sí lo hizo el jefe del grupo del Partido de los Trabajadores (PT) en la Cámara de Diputados, Afonso Florence, en declaraciones a los periodistas.
La decisión, según Alfonso Florence, fue tomada después de una rueda de consultas que Rousseff tuvo durante los últimos dos días con el exmandatario en el Palacio de la Alvorada, residencia oficial de la Presidencia y en la que Lula vivió entre el 2003 y 2011, período en que ejerció como jefe de Estado de Brasil.
Ministro de RREE juzga buena la medida
El ministro de Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, juzgó hoy que la incorporación del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva como ministro en el Gobierno de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, servirá para “contribuir positivamente” en el gabinete.
“Él es un personaje político muy querido y creo que puede dar una contribución muy importante al Gobierno, ya sea formalmente como miembro del gabinete de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ya sea en su actividad privada en la dirección del Instituto Lula”, manifestó Vieira, quien se entrevistó en Lisboa con el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa. Florence negó que Lula, como ministro, pueda obstaculizar las investigaciones que tramitan en tribunales en su contra o aquellas que afectan a otros funcionarios del Gobierno o parlamentarios del PT.
“Fue con Lula en el Gobierno que se fortalecieron el combate a la corrupción e instituciones como la Procuraduría General, que obtuvo la autonomía que tiene hoy para investigar”, declaró.
El canciller brasileño hacía estas declaraciones antes de que se conociese que Lula da Silva ha aceptado la propuesta de Rousseff para encabezar el influyente ministerio de la Presidencia.
Según fuentes oficiales, una de las principales tareas de Lula en el Gobierno será aglutinar a la fragmentada base parlamentaria del oficialismo, de cara al eventual juicio político que el Congreso puede retomar contra la mandataria en los próximos días.