Jean Deza tenía el lugar protagónico reservado a su medida para convertirse en líder de la nueva tropa de futbolistas peruanos, pero al cabo de un tiempo la realidad golpea y para, nuestra desdicha, el sitio permanecerá desierto por un buen tiempo.
Desde su aparición en el equipo Sub 20 de Perú, dirigido por Daniel Ahmed, pudo apreciarse condiciones en él que alentaba a pensar que podía convertirse en un molde de Teófilo Cubillas o César Cueto.
La posibilidad de poder lograrlo quedó en un deseo espiritoso, en un sueño de frágil consistencia que se interrumpe con un despertar doloroso.
En todos estos años estamos esperando al elegido, pero no llega ni aparece. Ni siquiera Jefferson Farfán, ni Claudio Guerrero y el propio Paolo Guerrero dan la talla de lo que queremos expresar. Un supercrack para decirlo de algún modo para redondear la idea.
Jean Deza no logra despejar y queda por lo tanto una sequedad de boca por el futbolista que pudo ser y no logra cuajar. Como muchos que se probaron la corona, pero les quedó grande.
Desde la época de Sotil, Chumpitaz, Velásquez, Cueto o Cubillas no aparece la réplica mejorada de alguna de las citadas estrellas de nuestro fútbol tercermundista. Para mala suerte nuestra, los únicos que captan cierto interés son los que en el camino se extravían y le pegan con entusiasmo a las saliditas y las dulces noches de placer. ¿No es cierto Reimond Manco?
¿Cuál será la verdadera razón para que el trono del mejor futbolista contemporáneo no aparezca y ocupe ese lugar?
Se ha intentado una respuesta certera, desde la falta de visión para escudriñar los lugares donde debe estar este talento inubicable. O también al mal manejo con las categorías menores.
De hecho que es más fácil sacarse la tinka antes de que aparezca un futbolista de la calidad de un Teófilo Cubillas debido a que no se toma con firmeza la decisión de hacer un trabajo de largo aliento.
Otras respuestas de entendidos en la materia aseguran que se fracasa en encontrar a nuestro propio mesías porque no hay la búsqueda en el interior del país donde, se dice, hay mejores talentos por descubrirse.
Lo que sea, lo cierto es que denunciamos a quienes como Jean Deza nos crea una ilusión y luego abandona la fresca tentación de abanicarnos con un jugador que sea la sombra de Messi aunque es exagerado pedir tanto.