Los goles de Oswaldo ‘Cachito’ Ramírez todavía, luego de 48 años, nos hacen vibrar. Sus goles en la ‘Bombonera’ permitieron a la selección peruana clasificar por primera a un mundial. Antes estuvimos como invitados en el Mundial de Uruguay de 1930.
Fueron dos goles del veloz delantero chalaco que selló el pasaporte para llegar al Mundial de México 70. Qué gran campaña aquella ocasión. El Perú quedó paralizado con la hazaña.
Hay que interpretar bien las cosas. Fue el poderoso equipo argentino al que se le dio un pañuelo para que su lloriqueo rebalsara el propio río de La Plata.
Fue un 31 de agosto de 1969 cuando en la ‘Bombonera’ el partido estaba resuelto de antemano para los rioplatenses pero finalizado el encuentro, Perú fue el que celebró.
Lo grandioso fue que se clasificó a la cita mundialista sacando del camino al equipo de los ‘compadritos’, de los engominados y jactanciosos argentinos, los de la verborrea gelatinosa y superioridad a toda prueba.
Fue así que el equipo de Didí, con ‘Cachito’ Ramírez, Perico León, Cubillas, Roberto Challe, Julio Baylón y Orlando la Torre, entre otros, descuartizó el esquema táctico de Adolfo Pedernera.
El partido fue durísimo. Didí supo desde el inicio que había que jugar al contragolpe, jugar a las espaldas de la zaga capitaneada por Pachamé. Tuvo en Roberto Challe el futbolista que mandara los pelotazos. Confió en que ‘Cachito’ Ramírez habría de comerse la cancha con su velocidad de jet supersónico.
Perú tenía solidez en todas sus líneas. Perico preocupaba a los argentinos, también Cubillas y Baylón. El problema para los argentinos era a quien marcar con más celo que otros.
‘Cachito’ era el que menos marca tenía. Sus antecedentes no eran buenos. El titular Alberto Gallardo estaba en el banco por encontrarse suspendido. En Lima no le daban opciones a ‘Cachito’, no creían que podía estar a la altura del partido decisivo.
Sin embargo, el 31 de agosto de 1969 ha quedado grabado con letras de oro. ‘Cachito’ hizo dos golazos en el arco de Agustín Cejas. El mundial en agenda. México 70, allí estuvimos. (Hugo Laredo).