El cantautor cubano Silvio Rodríguez participó de la toma de mando de Andrés Manuel López Obrador y el mandatario mexicano incluso le dedicó unas palabras especiales durante su discurso.
Emocionado, López Obrador llamó a Silvio Rodríguez el “embajador de la poesía y congruencia”, en lo que podría ser la única ceremonia de investidura en la historia donde un mandatario se permite celebrar a una personalidad que no representa a una nación de manera formal.
Si alguien dudaba de que Silvio le ha cantado a toda América Latina le habrían bastado dos minutos en el mezzanine del recinto legislativo para despejar sus interrogantes. Acentos de toda la región se arremolinan para buscar la ‘selfie’ con el autor de ‘Ojalá’.
Pero Silvio está abrumado, se mueve de un lado a otro y casi no sonríe para las fotos. “Quiere ir al baño”, dice desde atrás de la muchedumbre una joven que lo acompaña. “Desde hace rato quiere ir y no lo dejan”.
Pero a la gente poco le importa, ellos siguen volteando los celulares para asegurarse de que el encuadre sea perfecto. Al final, a Silvio no se le ve todos los días.
El artista ha tenido suficiente, sin embargo, ve que se abre un espacio entre sus fans y sale a paso rápido rumbo al baño. Pero Silvio es educado y a medio camino voltea y levanta la mano. “Gracias, gracias a todos”, dice. (Agencias)
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