
La historia de Paolo Guerrero tiene páginas en blanco por escribirse, los goles memorables que todavía esperamos de él con la selección peruana y maldades de la vida con tropiezos y zancadillas.
La lesión a los meniscos del último fin de semana dolió a todos los hinchas con la afectación directa a la bicolor que se queda con la ausencia del goleador en la antesala de las eliminatorias para Qatar 2022.
Sin Paolo Guerrero se resiente el ataque del equipo y de eso estamos todos convencidos, pero con la realidad en nuestras narices cuál es la opción que maneja de Ricardo Gareca para reemplazar al hijo de doña Peta.
Del pasado aprendimos que sabemos acomodarnos ante la circunstancias como sucedió con el castigo del dóping por un té insulso pero letal que sacó al Depredador de su mejor momento con la selección.
Ricardo Gareca no dramatizó y buscó soluciones porque el mundo no acaba sin Paolo y en ese propósito buscó un comodín en su ajedrez estratégico. En el último impulso para la clasificación al Mundial de Rusia 2018 fue Jefferson Farfán quien se puso en los zapatos del ‘9’ ausente.
Y ocurrió que le ganamos el repechaje a Nueva Zelandia y logramos los boletos para el Mundial de Rusia mientras Paolo pugnaba en FIFA y tocaba las puertas para encontrar justicia por un acto que no cometió.
Paolo pudo jugar el Mundial con un ‘permiso’ de gracia por parte de FIFA y fue un acto justiciero porque el jugador del Inter no podía quedarse fuera porque su puesto se lo había ganado a pulso.
Hoy nos encontramos con otro inconveniente con una lesión de meniscos que temen los futbolistas. Son seis meses de alejamiento, para un jugador es una eternidad.
El ‘Tigre’ no quiere contagiar pesimismo y aunque por dentro le duele la lesión de Paolo Guerrero, saca a relucir sus argumentos para el plan B y ponerlo en ejecución.
Muy diferente a la anterior campaña mundialista esta vez el listado de nuevas apariciones deja dormir mejor a Gareca. Hay un ‘9’ que aparece en este momento de necesidades. Se trata de Santiago Ormeño, nieto de Walter ‘Superman’ Ormeño, otrora guardavalla que jugó en Alianza Lima y migró a México donde pasó el resto de su vida.
Si bien Ormeño es nacido en México, su requerimiento para jugar por la selección dependerá de lo que FIFA determine en su Congreso de setiembre donde se debatirá la exigencia de cinco años de residencia en el país que lo quiera convocar. De hecho Ormeño no reúne los requisitos por lo que habrá que buscar otras opciones.
Sin embargo Gareca no es de aquellos obsesionados que al primer tropiezo entran en pánico. Sabe que siempre habrá jugadores seleccionables y listos para el llamado.
Paolo Guerrero tiene todavía mucho por ofrecer a la selección. Es necesario buscar su reemplazo pero todavía puede darnos muchas alegrías y la más grata, clasificar a un nuevo mundial.