Se escapa la tortuga en Matute

 

Este equipo de Alianza Lima de Mario Salas está distante y bastante lejos del armazón  2020 que idearon en Matute los gestantes de una escuadra que removiera los escombros de las nefastas últimas campañas en Copa Libertadores.

Lo sucedido en Mérida es el mismo coche sin rumbo que arrastra Alianza Lima en las últimas ediciones del certamen, perforado en su linaje con aceite de maldad resbaladiza.

Es para pensar con detenimiento lo sucedido porque ganar 2-0 y acabar derrotado 3-2 es indicativo de que algo debe ocurrir. ¿Acaso son las malas contrataciones el problema? No es solamente, al parecer, la presencia de los extranjeros que no dan la talla.

En Alianza Lima se necesita un planteamiento que escudriñe los niveles de todas las categorías para detectar qué es lo que se está haciendo mal. Dónde podrían estar las fallas. Qué es lo que no juega bien a favor del equipo.

El resultado ante Estudiantes de Mérida dolió y lo sufre el fútbol peruano porque el team victoriano en cierto modo representa a nuestro balompié en el exterior. Y se le debe exigir a los blanquiazules que se convierta en emblema. Dejar bien puesto el nombre de un país que busca una segunda participación mundialista después de lo logrado en Rusia 2018.

Entonces, la preocupación ya no está en Alianza Lima solamente. Se traslada a la vecindad copera donde Binacional tampoco goza de buena salud con la derrota sufrida ante LDU y la anterior que dejó sin aliento con la goleada ante River Plate por 8-0 en Buenos Aires.

No quedan muchas esperanzas de poder avanzar. La participación de este año está perdida. Es muy difícil que se pueda recoger los pedazos que han quedado en el camino.

De todo esto viene el recuerdo de Cienciano que ganó la Copa Sudamericana y la Recopa. Se tumbó a dos grandes del fútbol bonaerense, River Plate y Boca Juniors. Para pensar que era el comienzo de un trato distinto en la competencia para dejar de lado la superioridad de otros equipos del lado del Atlántico.

Cienciano dejó una enseñanza que nadie se ha preocupado en aprender para continuar con el crecimiento, contrariamente se ha perdido la brújula para estar como antes.

Es necesario que la FPF evalúe la participación de los clubes en el extranjero. Una suerte de control de calidad para que la salida garantice una mejor cosecha.

Es la mejor manera de ayudar para que no se piense que lo más fácil es destruir lo que se tiene. Alianza Lima es un grande del fútbol peruano y su comportamiento se acerca más a un equipo de necesidades diferentes.

 

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