Hora de definiciones en Alianza Lima

 

La mejor decisión de los directivos aliancistas se direcciona a aceptar que no habrá nada que cambie para que no dejen de jugar la Liga 2. Es el castigo de un año mal elaborado y la caída de una ineficaz forma de conducir al equipo en la Liga 1.

Han entendido en Matute que en planificar el regreso a la primera división está en el correcto desempeño que corresponde.  Un club que no solamente debe su grandeza a las buenas situaciones de gozo y euforia. También en el atardecer gris de una incomodidad engendrada por los quienes se equivocaron en gestionar el año de la pandemia y como consecuencia el descenso del  popular equipo del pueblo.

En Alianza Lima hay en estos momentos la dolorosa decisión del desmontaje de un andamiaje carcomido, con bajas anunciadas. En adelante habrá de armar un equipo diluido en esencia distinta para adoptar una forma distinta de jugar Liga 2.

En caliente y todavía el hervor del descenso aparecen  muchas ofertas de efímero desinterés de ponerse a disposición para ser parte del retorno. No todas están impregnadas de sinceridad.

Jorge Luis Pinto podrá tener una afinidad cercana con el equipo victoriano pero ponerse el buzo para dirigir a Alianza Lima en segunda suena más a pantalla montada. Llegado el momento hará un esquivo de torero.

También hay jugadores con pasado aliancista que en el momento del desastre se pusieron a órdenes del equipo pero nadie ha formalizado su regreso. Tampoco hubo un pronunciamiento oportuno. Este pronunciamiento que recién aparece con la salida de medio equipo y todavía falta más la sangría para que el equipo tome forma y quede listo para abril cuando se inicie la Liga 2.

Han aceptado en muchas esferas del entorno aliancista la realidad. Una de ellas es el Comando Sur que se ha pronunciado que se deje de tomar acciones innecesarias para evitar el descenso.

En el pueblo aliancista se advierte táctica conformidad de que la realidad es una sola. Se ha perdido la categoría y todos los esfuerzos apuntan a que el regreso no se postergue.

El más cercano equipo de haber pasado por un episodio similar ocurrió con River Plate que perdió la categoría y regresó a lo grande. Incluso para ser más ambicioso a punto de ganar la Copa Libertadores.

Es un buen ejemplo, es el modelo a seguir para que Alianza Lima corrija la historia para meterse a un terreno que no es vedado para nadie. Si se apunta alto, allí se debe llegar.

Por lo demás en Matute habrá que exigirse los directivos para que la planificación logre su efecto.

Y otro detalle, los anunciantes se han pronunciado a seguir apoyando y eso vale para que el terreno del retorno se haga sobre la base de una idea conjunta.

 

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