Ya en julio Ricardo Gareca alzó su voz de protesta contra la preferencia de los organizadores del IPD, Instituto Peruano de Deporte (es importante recalcarles cuál es su nombre y naturaleza) por los conciertos musicales. Citas culturales (toda expresión artística lo es, hasta el perreo) que dejan buenos dividendos, pero maltratan el gramado del coloso futbolístico. Tenemos justo un recital latinoamericano a puertas del trascendental partido contra Chile, por la segunda fecha de las Eliminatorias a Rusia 2018.
La queja, bastante moderada para mi gusto, de Ricardo Gareca fue escuchada, pero no atendida. Ciudad Rock se realizará el 3 de octubre y el encuentro contra los chilenos será el 13 de octubre. Aún se habla de cambio de sedes con el Monumental, otros aseguran que la molestia del técnico argentino es exagerada, pues en esos escasos días es “papayita” dejar diez puntos la cancha del Nacional. La verdad es que no piensan resignar las ganancias que traerá el concierto. Se le da prioridad a Fito Páez, los Hombres G y Café Tacuba, antes que a Jefferson Farfán, Paolo Guerrero o Claudio Pizarro.
A estas alturas, un amante del rock latinoamericano (por si acaso yo también gusto de esa música) debe estar pensando que más alegrías nos han brindado estos artistas que nuestros futbolistas. Estamos de acuerdo, pero el Estadio Nacional fue concebido para partidos de fútbol, básicamente de nuestra selección, y no para tocadas musicales. Podrían buscar otra locación, siquiera otro estadio, pero el IPD no pretende dejar pasar ese show. Le dan más importancia a la música que al deporte, pues paga mejor.
Ojo, hay que ser coherentes, luego no se suban al coche de la complicada clasificación, ni se quejen por una probable eliminación. Estos señores dirigentes, sea cual sea el resultado, deben sentarse en sus casas y oír un CD de Fito Páez cantando “Al lado del camino” y no poner el televisor para ver a nuestra bicolor. No se puede quedar bien con Dios y con el diablo, lo suyo es el dinero por encima del interés futbolístico, así que quédense con sus cancioncitas, y dejen rodar la pelota sin decir ni pío. No son parte de la fiesta, se automarginan.
A Ricardo Gareca, querido “Tigre” así somos, quejosos e irresponsables, nos paramos a aplaudirte en la Copa América, pero no te soltamos el Estadio Nacional. Te brindamos todo el apoyo del mundo, pero a la vez te damos la espalda, somos unos peseteros, pero tenemos miles de excusas, por favor, “che gaucho” no reclames, no nos pongas frente a un espejo, no seas malito.
Soy fiel creyente en que un día el peruano promedio madurará, nos daremos cuenta que somos unos tremendos “floreros”, que ya no engañamos a nadie con nuestras poses, pero por ahora no queda más que hacernos a la idea, siempre vamos colocando más obstáculos a la soñada clasificación mundialista. Cuestionamos a Chile por su intransigente presión al irse con todo (lo correcto e incorrecto) por su Copa América. Pero nosotros somos la “otra cara de la moneda”, queremos la gloria sin hacer el gasto, regañamos contra los jugadores, pero eso sí no cedemos ni un poquito en nuestras gollerías. Queremos recordar los ochenta con los Hombres G y también pretendemos ganar a Chile. Si algo falla, es culpa de otros. Incoherencia total.
Foto: La Mula