Carmen Julia Chávez Negrete nació en Iquitos el 22 de abril de 1945. Desde pequeña mostró una inclinación natural hacia las artes, sensibilidad que la acompañaría durante toda su vida y que la convertiría en una de las figuras más queridas del espectáculo nacional. A los cuatro años llegó a Lima, donde ingresaría a un colegio internado que marcaría el inicio de su formación artística a través del ballet clásico.
Su juventud estuvo marcada por experiencias tempranas que forjarían su carácter. A los 15 años contrajo matrimonio y se convirtió en madre de dos hijos, quedando viuda tiempo después. La adversidad no la detuvo; volvió a casarse y tuvo a su tercera hija, Claudia. Finalmente, encontró en el teatro un compañero de vida cuando durante la década de los setenta amplió su experiencia teatral junto a Enrique Collantes, quien se convertiría en su esposo. Esta relación matrimonial duraría hasta sus últimos días, siendo él uno de los pilares fundamentales en su trayectoria.
Resuelta a volverse artista, se inició en el café teatro y de manera casual llegó a la televisión trabajando en el programa Trampolín a la Fama de Augusto Ferrando. Este encuentro fortuito fue el inicio de una carrera extraordinaria. El reconocido Augusto Ferrando la invitó a participar en Trampolín a la fama, donde fue modelo y luego figura recurrente. Ferrando, con su ojo clínico para descubrir talentos, vio en ella algo especial que merecía ser cultivado.
En 1968 participó como actriz principal en El Tornillo, programa humorístico al lado de Néstor Quinteros, Fernando Farrés y Alex Valle. Este papel protagónico fue su verdadero salto a la popularidad y demostró su versatilidad para la comedia. Durante los años setenta se sumó al auge de las fotonovelas, un medio que por entonces cautivaba al público peruano, expandiendo así su presencia mediática y consolidando su imagen como figura del entretenimiento nacional.
La consagración definitiva se produjo en los años ochenta con su participación en Risas y salsa, un programa humorístico histórico que la consolidó como un rostro habitual de la televisión peruana. En este emblemático espacio trabajó junto a Ricardo Fernández, Esmeralda Checa, Gisela Valcárcel y Justo Espinoza ‘Petipán’. Entre otros. Risas y salsa no solo fue un programa; fue un fenómeno cultural que marcó a toda una generación de peruanos.
Su incursión en el cine también dejó huella importante. Interpretó a ‘La brasileña’, una de las protagonistas en Pantaléon y las visitadoras, la única película que dirigió el nobel de literatura Mario Vargas Llosa. La cinta fue censurada y recién pudo verse en 1980. Esta participación la colocó en un proyecto de relevancia literaria y cinematográfica, compartiendo pantalla con figuras internacionales como el español José Sacristán y la mexicana Katy Jurado.
En 1989 se convirtió en conductora del programa Camucha y tú y algunos años después, se convirtió en presentadora del programa femenino ‘Utilísimas’. Entre 1995 y 1999, fue una de las principales presentadoras del programa matinal femenino diario Utilísima. Esta faceta como conductora reveló otra dimensión de su talento: la capacidad de conectar con el público de manera directa, cercana y auténtica, especialmente con la audiencia femenina que veía en ella a una figura confiable y cálida.
Su carrera actoral en telenovelas fue extensa y variada. Participó en varias telenovelas como Evangelina (1975), María Emilia, querida (1999), Pobre diabla (2000), La mujer de Lorenzo (2003), Los Barriga (2008), La lola (2011), La bodeguita (2011–2012), Solamente Milagros (2013-2014) y Cumbia Pop (2017-2018). Cada personaje fue interpretado con la profesionalidad y el compromiso que la caracterizaron, ganándose el respeto de colegas y el cariño del público que la seguía fielmente.
A partir del 1 de febrero de 2012, condujo el programa Recordar es volver a vivir’por Radio La Inolvidable, emitido de 9:00 a.m. a 12:00 m. En 2013 empezó a conducir el programa Confesiones por Frecuencia Latina hasta 2014. Su voz se convirtió en compañía matinal para miles de oyentes que sintonizaban la radio, demostrando que su talento trascendía los medios visuales. La radio le permitió establecer una conexión íntima con su audiencia, basada exclusivamente en la calidez de su voz y personalidad.
Carmen Julia Chávez Negrete falleció en Lima el 27 de septiembre de 2025, a los 80 años. Camucha Negrete padecía una enfermedad al hígado que comprometía seriamente su estado de salud. Hasta sus últimas semanas había estado trabajando en teatro, participando en Los Monólogos de la vagina en el Teatro Marsano, demostrando su pasión inquebrantable por las artes escénicas. Su partida dejó un vacío en el mundo artístico peruano, pero también un legado imborrable de profesionalismo, calidez humana y dedicación al arte que inspirará a futuras generaciones de artistas peruanos.
Foto Facebook: Camucha Negrete