¿A quién le importa el clásico U- Alianza?

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Pocas veces un clásico del fútbol peruano coincide con tantos motivos o causas apiladas que le restan lustre de una manera tan clamorosa. En un momento en que el aficionado reencontró la sintonía con la selección nacional de fútbol, celebrando a puro furor el triunfo contra Paraguay, viendo una y otra vez al jugador realmente diferente del combinado bicolor, Jefferson Farfán, anotar el gol que significan los primeros tres puntos para Perú en estas eliminatorias al Mundial Rusia 2018. Soñando con un posible “milagro” en tierras brasileras. Hoy por hoy: ¿A quién le importa el clásico entre Universitario y Alianza Lima?.

Vamos, seamos realistas, no se pudo elegir peor fecha para reprogramar el partido que solía paralizar a las dos hinchadas más grandes del balompié nacional. Universitario de Deportes es dueño de fecha, pero cuestiono seriamente un lleno de bandera del Estadio Nacional. Primero que nada, influyen las aspiraciones de ambos equipos, aunque en “tienda crema” insistan en hablar y hablar de ganar el Torneo Clausura, es imposible. Mientras Sporting Cristal y Melgar siguen adelante, los “celestes” con partidos pendientes, la “U” sin haber pasado su fecha de descanso. Todo se fue al tacho con el empate ante Sport Loreto, lo saben, pero siempre es mejor dorarle la píldora al sufrido hincha.

Alianza Lima pasó de una Copa del Inca y un Torneo Apertura irregulares, a un pésimo Clausura. Su única aspiración seria es quedar en zona de Copa Sudamericana. Para ello deben ganarle a Universitario de Deportes, un rival directo para esa meta, A eso se han reducido las ambiciones reales de ambas escuadras, al torneo internacional de segundo nivel del continente. ¿Quién tiene la ventaja? Alianza llega con sus fuerzas recuperadas, pero el ánimo por los suelos. De meterse en la mística del clásico podrían superar a los merengues.

Universitario de Deportes tendría que extrañar a Raúl Ruidíaz, el único de los jales de mitad de año que realmente funcionó. En estos días acaban de despedir al uruguayo Henry Giménez y el argentino Maximiliano Giusti está cerquísima de seguirle los pasos. Se trata del peor año en contratación de extranjeros de los de Ate. Si el 2014 hicieron pésimas compras, este año se superaron en el “desperdicio de dinero”. Es completamente necesario que las administraciones temporales presenten cuentas transparentes. Resulta obvio que cada contrato cancelado significa un desembolso monetario, por más que quieran blindar dicha información. ¿Dónde está la SUNAT? ¿Por qué el equipo que es el verdadero responsable de la intervención estatal en el fútbol pasa tan piola? Ellos debían mucho más que nadie y aún se les trata con sospechosos “guantes blancos”.

Cada vez que se habla de “ponerse serios”, de revisar las deudas, Raúl Leguía (un administrador temporal que se niega a dejar el puesto a pesar de no cumplir con las reglas establecidas) saca a relucir mil excusas. Las famosas “administraciones” fracasaron el día que ciertos interesados decidieron ponerse “blandos” con el club más moroso. Esta es otra realidad del clásico del fútbol peruano.

Me voy con una reflexión final. Al terminar el partido Perú contra Paraguay, se mostraron escenas realmente enternecedoras de la tribuna y la cancha: un muchacho corría con la camiseta peruana sin disimular las lágrimas de alegría que brotaban de sus fervorosos ojos. Desde las graderías un grupo de chiquillos celebraba con una alegría patriótica de envidia. Este columnista de cuarenta y dos años pensó “hay que ser muy jóvenes para seguir creyendo”, para pensar que un triunfo ajustado contra los paraguayos en Lima nos puede acercar a una clasificación para Rusia 2018. Por un momento quisiera olvidar lo que todos los de mi generación sabemos y tener esa fe a prueba de balas. Yo también quisiera soñar.

 

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