Como en ningún otro año el descenso tuvo igual o más interés que la disputa del título donde el país lloró al saberse que Cienciano perdió la categoría en un año fatal en el que falleció Freddy Ternero, el entrenador que llevó al once imperial a la conquista de dos títulos internacionales.
Cienciano no pudo escapar a la fragilidad del manejo informal de los clubes peruanos. Su endeble economía se fue debilitando en contra de la creencia de una saludable existencia luego de ganar la Copa Sudamericana en el 2003 y la Recopa al año siguiente.
El equipo cusqueño es el único en el Perú que ha ganado dos títulos internacionales. Un logro que Universitario no pudo al lograr, apenas un subcampeonato en la Copa Libertadores de 1972 y otro tanto logrado por Sporting Cristal
Alianza Lima, el otro grande del fútbol peruano, ni por asomo pasó el desafío de plantar cara a un certamen internacional pese a su larga existencia de 115 años. Si Alianza Lima no pasa la frontera de la conformidad, seguirá acumulado adeptos por su apego pueblerino pero con un faltante que lo perseguirá por años.
Cienciano dio al país dos alegrías de contenido glorioso al ganar la Copa Sudamericana frente al poderoso River Plate de Javier Mascherano, el ‘Muñeco’ Gallardo, Maximiliano López, Coco Coudet y el ‘Matador’ Salas.
Boca Juniors también sufrió el embate de Cienciano en la electrizante final en Fort Lauderdale cuando el equipo cusqueño en tanda de penales ganó la Recopa Sudamericana en el 2004.
Todo lo logrado con el correr de los años encuentra a Cienciano con una triste realidad en la que bajará a Segunda División y de ahí porfiar el retorno lo más pronto posible.
No se entiende esta parte del fútbol y su reglamento donde el dinero tiene más peso que el aporte futbolístico. Cienciano se va a segunda no por jugar mal sino porque careció de dinero para cumplir con el pago cuantiosas deudas.
La Agremiación de Futbolistas que no tiene corazón ni sentimientos no respetó los galones del laureado equipo cusqueño. Propició que a Cienciano se le reste los seis puntos que castiga a los deudores.
Esos seis puntos duelen y pesan. No haberlos sumado a su puntaje, debilitó sus activos y estas son las consecuencias donde ya no valen los pataleos ni campañas para volverlo a la vida.
Campeón de la Copa Sudamericana en 2003 y la Recopa 2004, Cienciano hará un peregrinaje absurdo empujado por sus propios dirigentes incapaces de manejar la institución que es el equipo bandera del Perú.