El otro día vi uno de los spots publicitarios de América Televisión, el abanderado del monopolio mediático en el Perú, con motivo de la Copa América Chile 2015. Y en lugar de pregonar la fiesta del fútbol latinoamericano o de exacerbar nuestros ánimos patrióticos, se dedicaba a dar severas advertencias sobre el uso de su material exclusivo, escenas de partidos, logotipos, reportajes, etc.
De inmediato me regresó en el tiempo a los mejores años del Chavo del 8, espacio arquetipo de los del canal de Santa Beatriz, donde Quico les mostraba sus juguetes recién comprados al Chavo, y que por supuesto se negaba a “prestárselos” al niño interpretado por el gran Roberto Gómez Bolaños.
Así se comporta América Televisión, los goles del Perú son suyos, los triunfos de la blanquirroja no los quieren compartir, la alegría del fútbol lleva su logotipo y lo pretenden monopolizar. De la misma manera que “sueñan” con ser amos y señores del periodismo nacional. Algo que no van a conseguir mientras haya comunicadores sociales que gustamos de nuestra independencia.
Otro personaje del Chavo del 8 encaja perfectamente en la imagen del Canal 4, y el Grupo El Comercio, se trata del Señor Barriga. Así es, el dueño de la vecindad, el propietario de “tremenda billetera”, aquel que hace y deshace con el aval de su poder económico. Los que te dicen “la pelota es mía, y no estás invitado a jugar”.
Una lástima que mientras los fanáticos del fútbol soñamos con ver al Perú haciendo un destacado papel en la Copa América, haya otros que solo ven su conveniencia. Que arman su fiesta solitos y nos tienen maniatados con observar los partidos, pues son dueños de los derechos televisivos. Empresarios que no trabajan por hacer patria conjunta, sino por incrementar sus ganancias.
No hace mucho, Telefónica compró los derechos de las eliminatorias a una Copa del Mundo, América Televisión entre otros medios de comunicación pitearon por la injusticia de monopolizar las alegrías peruanas en un canal de señal cerrada. El gobierno de turno intervino y convenció a la empresa española de compartir los partidos del Perú.
Ahora, América Televisión cae en el mismo error, y en vez de enmendar: “amenaza”. Lo que no puede hacer es impedir a los demás de informar, quisieran hacerlo, pero a tanto no llega su poder fáctico, será aliciente para que medios como Crónica Viva nos esforcemos por presentar todas las incidencias de la Copa América con todo el talento de nuestro equipo humano.
En fin, ya conocemos la oferta del Canal 4, dos colegas que buscan ser la copia perfecta de los comentaristas de Fox Sports, con las peleítas fingidas que los argentinos hicieron un estilo propio (ahí sí no les importa piratear, pues en esencia eso es también plagio), o colocar como voces autorizadas a dos exglorias futbolísticas que nunca llegaron a consolidarse como técnicos de fútbol.
En mi caso personal, pondré mute a mi televisor, pues soy de los que considera que fuera de las imágenes de la Copa América poco o nada puedo sacar de provecho de la transmisión de América Televisión.