Esta es una columna que escribí hace un tiempo y cuya realidad no ha cambiado. La gran mayoría de futbolistas peruanos que son vendidos al exterior están un tiempo en otras latitudes y terminan regresando. Hace poco Universitario de Deportes repatrió a Edison Flores, Álvaro Ampuero y Andy Polo. Alianza Lima ha contratado a Reimond Manco que hace tiempo volvió al Perú. Su última etapa la jugó en el León de Huánuco.
Años atrás, cuando un futbolista peruano emigraba al extranjero era noticia de primera plana. Hoy apenas ocupa un espacio en titulares. Parten desesperados por hacerse de un nombre en el “viejo continente” y regresan sin pena ni gloria. El fútbol peruano es un exportador a corto plazo, al toque los devuelven.
La mayor culpa pasa por los conocidos agentes FIFA, que con cada transacción se quedan con un buen billete. Sí vender “gato por liebre” a ellos ni les mueve un pelo. En unos años, Perú será un “apestoso” para confiar en jóvenes promesas, pues los clubes europeos pecan de ingenuos pocas veces.
Nada más conciso que los peruanos que regresan a media temporada a nuestro “especial” campeonato. Edison Flores prefiere jugar en Universitario de Deportes que en la segunda de España, Christian Cueva optó por resolver un contrato (firmado horas atrás) con un equipo de reserva francés y reforzar a Alianza Lima. Ahora Cueva partió a México, pero ya se oyen noticias de descontento de su club.
Es cierto, no todos son de la catadura de Claudio Pizarro, Jefferson Farfán o Paolo Guerrero. Pero nada se obtiene de la noche a la mañana. La impaciencia de algunos jugadores con aires de estrella y las subliminales promesas de directivos y entrenadores por repatriarlos les endulzan la oreja.
Reimond Manco es un inevitable ejemplo. Alianza lo vendió al mismo club holandés que catapultó a la “foquita”. Sin embargo, no soportó ser un segundón, quería la “diez”, el protagonismo, y se quedó con nada. Mientras ve a otros de su generación, como el colombiano James Rodríguez, el “Rei” juega en el UTC de Cajamarca -y ahora en Alianza-.
La actualidad es aún más lapidaria, pues varios futboleros parten con promesas de gloria y regresan de inmediato. Es que “videíto propone” pero la realidad dispone.
Foto: Andina