La actuación de Neymar en la Copa América 2015 pasará a la historia de cómo un ídolo en gracia de llegar a ser el rey de América se empeñó en construir su propio derrumbe alejándose de la corona reservada con los argumentos que lo hacen triunfar en Europa.
Neymar llegó a Chile como una de las atracciones del certamen al lado de Lionel Messi, Alexis Sánchez, Carlos Tevez y Edison Cavani, entre otros, pero con su desubicada actuación ante los cafeteros dejó a todos con el show inconcluso.
La Copa América no es un torneo de menor cuantía como seguramente lo habrá percibido Neymar que al lado de la Champions League no tendrá el atractivo mundial, pero es el muestrario de los aspirantes a ser parte del material humano que el viejo mundo consume.
Los hinchas a quienes debe su fama han quedado defraudados porque sin los recursos de poder movilizarse a Europa viajaron a Chile para tener contacto directo con la magia de Neymar. El astro brasileño que tiene de mago es también un grandísimo patán.
Con una actuación descomunal ante Perú en su siguiente aparición frente a Colombia mostró su lado más oscuro para romper el idilio con los hinchas con una digna de un plebeyo de la más rancia estirpe. Una sanción indigna para la cabeza de un crack que aspiraba la corona para convertirse en el rey de América, merecía su andanza de matón.
Dunga, el entrenador del seleccionado brasileño, luego del partido que Brasil ganó a Perú con una actuación individual de Neymar que rozó con la perfección, dijo que era contrario a que exista en su selección una neydependencia.
El excapitán del Scratch campeón mundial en el Mundial de Estados Unidos en 1994, señaló que en su equipo hay otros que influyen. “Dani Alves fue decisivo en el primer gol de Brasil a Perú al dar el centro de gol” y en la misma tónica nombró a Douglas Costa que tuvo igualmente tuvo incidencia al anotar el gol del triunfo ante los peruanos.
Dunga sin poder contar con Neymar tendrá que fabricar en el camino en plena Copa América a una figura que supla a su castigado jugador tal como ocurrió en el Mundial de Chile de 1992 cuando Pelé fue brutalmente lesionado y apartado del certamen, pero entonces apareció Amarildo y Brasil fue campeón.
La comparación dista mucho pero vale recordar que Brasil es cinco veces campeón del mundo por esos gratísimos hechos y ahora no van a querer maquillar sus limitaciones con Dunga a la cabeza para maquillar un fracaso cantado.
En sus manos está recuperar el sitial del Scratch que en el Mundial pasado fue terrible su actuación el 7-1 ante a Alemania y un nuevo traspié llamaría a pensar que el declive brasileño es evidente y que no ha curado sus heridas de la goleada sufrida ante los teutones.