Dios y la ciencia
De niño me enseñaron a creer en Dios, más adelante, mi vida un tanto libertina, me hizo abrigar ciertas dudas, amparadas por la prédica de ciertos ateos de café, que murieron envueltos en sus enrevesados sofismas, bañados de un anarquismo a la moda de los tiempos. Luego, me vincule con la magia y los estudios...