La era Charles Bronson
Lo triste de la historia de los profetas, es que no obstante el perfil de certeza de sus vaticinios, la humanidad, prefiere cerrar ojos y oídos ante el anuncio, por catastrófico-e incluso predecible- del asunto y avanzar sin mayores vacilaciones, hacia el cataplún que de todos modos se produce, sin ni siquiera recordar a quien...