Milagro del corazón
Cierto travieso accidente, me obligó -hace unos meses- a incorporar a mi anatomía, una impactante bota metálica, que no sólo ha determinado la soldadura de mi quebrantado tobillo, sino que arece, digo parece, haberme cambiado hasta el modo de andar, aparte de ciertos conceptos vinculados al amor y la paciencia de quienes- como mi abnegada...

