Estos días los nostálgicos de la Copa Sudamericana, los opinólogos de nuestro fútbol y los amantes de la polémica, esos que a veces empiezan a reclamar con el librito de las reglas del campeonato y otras tantas esconden el texto debajo de la cama, han salido a beatificar al Cienciano del Cusco. El argumento más ridículo y digno de telenovela mexicana, es ello de que el equipo cusqueño es “patrimonio del Perú”. En esta semana hemos conocido de nombre y apellido a los administradores temporales del cuadro imperial, los mismos que durante la temporada se escondían para no pagar sus deudas, ahora claman por evitar la “baja”.
Fuera de tiempo, inservible, y una muestra más del clarísimo debacle del fútbol peruano, eso sería en suma “salvar al Cienciano”. Extemporáneo, dado que el único argumento que se puede pintar de “válido” es el error arbitral en un partido donde el Ayacucho FC no habría cumplido los minutos de la bolsa Sub 20. Pero, es un fallo de la terna de árbitros. El castigo debe caer sobre ellos, no sobre los ayacuchanos. Además, es un pedido que ya pasó la fecha límite, tres días validos (algo que hoy ni la Asociación Deportiva de Fútbol Profesional ni la Federación de Fútbol Peruano quieren mencionar). Legalmente es improcedente, pero estos señores no son garantía de decisiones legales.
Inservible, Cienciano se salvó de la baja en los últimos años peleando desesperadamente lo que no pudieron defender el resto del año. A pesar de ello nadie discutía esos resultados pues se hicieron respetando las reglas del juego. Hoy el “vaso se rebalsó” y ya no pudieron seguir maquillando una realidad que es evidente. Uno de los entrometidos en este intento de salvar a los “rojos”, son tantos (incluyendo a autoridades políticas, que según reglamento FIFA deberían abstenerse o podrían desafiliar al club por el ente rector) que ya ni recuerdo su nombre, dijo “Cienciano es un equipo de primera”. Linda frase, pero falsa. Hace tiempo que el equipo cusqueño no cumple con sus obligaciones salariales ni prediales, no tiene estadio propio, ni sede deportiva adecuada. Su único patrimonio es la Copa Sudamericana y la Recopa. De mantenerse, ilegalmente, en Primera División continuaría con todos estos problemas.
Sería la confirmación de la debacle del fútbol peruano, pues en esa misma decisión de salvar al Cienciano, se estaría creando un precedente grave. Los clubes, incluso el Ayacucho FC, el León de Huánuco y el Sport Loreto (los últimos dos bajaron este año) ya empezaron a protestar con argumentos tan válidos como el del Cienciano. La bulla mediática no es tanta, pues los medios de comunicación han exagerado el hecho de la llegada de los imperiales a la Segunda División. En Argentina, River Plate bajó y no se hizo tanta alharaca. El temor de muchos aquí es que se estaría comprobando que el Señor Edwin Oviedo, que hoy sólo quiere hablar de Manuel Burga (a pesar que todos conocen que desde su oficina viene la presión para revisar el caso Cienciano) es como un rey medieval: “sólo favorece con su poder a los que le antojan, los demás ¡a callar!”.
Cienciano debe irse a la baja e ir trabajando para regresar a la división de honor. Miren a Deportivo Municipal y el ejemplo que está dejando, así se funciona, no con pataletas de última hora. ¡No hagan más daño al fútbol peruano con ilegalidades!
Foto: Diario El Correo