Porque yo creo en ti, ‘Tigre’

 

Ricardo Gareca cambió la cara al fútbol peruano, lo llevó al Mundial de Rusia 2018, pero el fútbol doméstico necesita un tentempié para darle a la Liga 1 una dimensión paralela con el DNI de la mayoría de edad.

Estuvo en el pico de la excelencia la clasificación al mundial ruso con un entrenador que resultó ser el fusible para dejar atrás el fracaso de 36 años y la luminosidad de una clasificación libre de los pecados de antaño.

Ricardo Gareca tuvo como principal virtud manejar el grupo que le tocó dirigir, acomodó las piezas que necesitaba y con ajustes de su cosecha moldeó un equipo que tuvo lo necesario para pelear una clasificación por propia condición y ayuda que no caen mal cuando tienes el santo de tu lado.

El ‘Tigre’ le devolvió la fe al futbolista peruano, le hizo creer que no era menos que los demás, los sometió a un test de suficiencia y nació la pechada a la adversidad de años frustrantes.

Paolo Guerrero, Jopsimar Yotún, Christian Cueva, Edison Flores, Jefferson Farfán, André Carrillo, Luis Advíncula, Miguel Trauco Renato Tapia, Christian Ramos y Paolo Hurtado se reencarnaron con el mejor pasado del fútbol peruano.

Es aquí donde no nos podremos de acuerdo si con César Cueto, Teófilo Cubilas, Hugo Sotil, José Velásquez, Julio César Uribe, Héctor Chumpitaz, Juan José Muñante y Gerónimo Barbadillo, la selección peruana fue otra cosa diferente.

Cada quien tendrá su opinión pero lo cierto y real es que Ricardo Gareca armó un equipo y supo conducirlo al objetivo con épicos resultados, derrotas desmejoradas y una pizca de buena suerte como los puntos del reclamo a un jugador de Bolivia mal inscrito.

Sin embargo se valora lo que Perú hizo en la cancha, con la obtención de resultados que no teníamos pauteados y mucho menos darle un puntapié a los rivales que nos tenían como regios en perder partidos.

Así, aparece en nuestro recuerdo el 2-1 a Ecuador en Quito con los goles de Orejas Flores y Paolo Hurtado. Hubo una primera vez en que la altanera selección ecuatoriana acabó por aceptar que su supremacía no habría de durar 100 años.

Otro resultado que jamás podremos olvidar fue el 2-1 a Uruguay fortalecido con Cavani, Suárez, Diego Godín y Matías Vecino. Fue en Lima y el Perú disfrutó que ya no había rival grande ni chico.

Sin embargo la goleada 4-1 a Paraguay en Asunción dejó la sensación de que con este triunfo la selección peruana ponía su rúbrica de que merecía estar en Rusia 2018.

Ricardo Gareca hizo desde el lugar que le corresponde su tarea, explicarles a los jugadores que el colofón de esta campaña tenía dulces y aromas, antes que las amarguras del pasado.

 

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