¿Qué pasó entre la Copa del Inca y el Torneo Apertura?

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Siempre he escuchado que una de las características más saltantes del fútbol peruano es “ser gitano”, es decir un día estás arriba y al otro vas abajo, no puedes mantener tu poderío de un torneo a otro. Y en este Torneo Apertura vuelve a quedar claramente demostrado. Desde la Copa del Inca han pasado escasos meses y de los finalistas de ese primer certamen del año futbolístico sólo Alianza Lima tuvo alguna posibilidad de llevarse el Apertura. Los demás perdieron toda chance viable a tres o cuatro fechas del final, e incluso uno terminó en los últimos puestos.

¿Qué les pasó?. ¿Se sentaron en sus laureles?. Bueno el único que realmente podía hacerlo era la Universidad César Vallejo, en su calidad de ganador de la Copa del Inca, pues para el segundo lugar no había ni “premio consuelo”. Igual, el cuadro “poeta” de haber hecho un mejor papel en el Torneo Apertura podría haberse asegurado el título a fin de año, pero lució desconfigurado, relajado, satisfecho con haber tenido por fin un éxito y mediocre para luchar por un lauro más.

Incluso, el entrenador Franco Navarro empezó a ver “fantasmas” en el interior del club. Al parecer al ex goleador le persigue ese síndrome causado por intempestivas salidas en equipos como el Juan Aurich y la Universidad San Martín de Porres. Relájate “Pepón”, recuerda que en Trujillo son pacientes, sino pregúntale al uruguayo Mario Viera y a Víctor Rivera, no ganaron nada y cumplieron su ciclo de dos años. Tú aún tienes unos meses de saldo para llegar a ese lapso.

Lo de Real Garcilaso lo abordé hace poco en otra columna. La cosa no iba tan mal con el argentino Mariano Soso, pero la estrepitosa derrota contra Sporting Cristal (por cierto, justo campeón del Torneo Apertura) catapultó al “gaucho” de regreso a su “terruño”. No me parece tan condenable la actitud del presidente cusqueño contra el entrenador. Perdió dos posibilidades claras de alzarse con una copa, la del Inca (tras dejarse eliminar en las postrimerías del encuentro contra César Vallejo) y contra Cristal que lo marginó de las opciones del Torneo Apertura. Lo demás que dijo contra los dirigentes rimenses sí son declaraciones totalmente deleznables, pues no tiene prueba alguna de sus acusaciones.

Alianza Lima pareció haber perdido la brújula tras las sonadas expulsiones del árbitro Ramón Blanco (el adalid del arbitraje, para muchos coleguitas, al que hace poco terminaron reprendiendo por un penal mal cobrado contra Universitario de Deportes… Siempre tan imparciales). Tras la salida de Guillermo Sanguinetti del banquillo íntimo, Gustavo Roverano empezó con muy buen pié sumando triunfos importantes. Sin embargo, apareció otra de las características del fútbol peruano, bastó que respaldaran en el cargo al ex arquero para que empezaran a venir los malos resultados. Hoy se empezaron a oír nuevas voces con tono de ultimátum.

Lo que sí escapa de toda lógica es la actualidad de la Universidad San Martín de Porres. Tras haber sido calificado como el equipo con mejor fútbol de la Copa del Inca, hoy se pasea por los abismos de la tabla de posiciones. Su técnico Cristian Díaz intenta seguir apostando por el vértigo de inicios de año, pero los rivales se aprovechan de los huecos que dejan en la cancha, para contragolpear y anotarles. Su última disposición táctica ha sido hacer concentrar a su plantel hasta que logren un triunfo. Pero de ser su única idea, a lo mejor los tiene atrincherados hasta Navidad. Recuerde señor entrenador, “no hay santo que aguante”.

¿Seguirá de gitano nuestro fútbol en el Clausura?. ¿Será que Sporting Cristal sacará la almohada para echarse una siestecita y de paso promover el cuadrangular final?. Todo puede pasar, señores, esto es fútbol peruano.

Foto: DirecTV

 

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