Se acabó el campeonato y con todos los merecimientos FBC Melgar se adjudicó el título al superar al último obstáculo en una final electrizante. Sporting Cristal que había mantenido su condición de «liebre» en toda la campaña, inclinó la cabeza ante un rival que calzó bien en sus intenciones fortalecidas de lograr sacarse la espina después de 34 años de sequía.
Melgar fue un equipo solvente, presentó un plantel mezclado, entre jóvenes y veteranos, de difícil entendimiento por saberse qué haría Juan Reynoso para licuar sus ingredientes y sacar como resultado un equipo competitivo y capaz.
En el año en que el once mistiano cumple su centenario la idea del título fue el ancla que fortaleció el ánimo mistiano.
En toda la campaña Melgar anduvo en acecho, midiendo a todos. Muy sólido en casa ya que no perdió nunca, ganó 19 partidos y solamente tuvo cuatro empates. Es la marca de Reynoso que funcionó a la luz de los hechos.
Juan Reynoso impulsó su idea futbolística en torno a una base conformada por el inacabable Israel Zúñiga, la capacidad goleadora de Omar Fernández y luego Bernardo Cuesta. Melgar hizo 51 goles contra los 60 de los rimenses.
Si bien reforzó su línea ofensiva, Reynoso es muy propenso a cuidar a que no le hagan goles. Debe ser por su formación como zaguero en Cruz Azul en México y antes en el Perú jugando por Alianza Lima, Universitario o Sporting Cristal.
En toda la campaña Melgar encajó 22 goles en contra, un buen promedio si se tiene en cuenta los 32 partidos jugados. Distante de Alianza Lima que en defensa igualmente se sintió resguardado pero con 35 goles en contra.
Así, Reynoso puso en marcha a esta Melgar que a mitad de camino sufrió con el alejamiento de Raúl Ruidíaz, un jugador que nunca sintió la camiseta ni se comprometió con la idea futbolística del «Cabezón».
Muy contrario a Rainer Torres que fue una pieza de recambio utilizada con meticulosidad por Reynoso. Se pudo apreciar en el tercer gol de Melgar a Cristal. El error en salida de Jorge Cazulo permitió a Reiner Torres hacerse del balón para el pase a Bernardo Cuesta que fue decisivo para el gol que valió el 3-2.
Sporting Cristal fue un adversario digno pero que perdió revoluciones cada vez que el campeonato se paralizaba. Le costaba al equipo de Daniel Ahmed solucionar el reenganche para agarrar el ritmo competitivo.
De este modo Cristal perdió valiosos puntos que restaron sus posibilidades para una solvencia de puntos que le hizo perder el título del Torneo Clausura y quedar mal parado en el «play off».