Dolió la tonta derrota ante Chile, motivada, como en la Copa América, por la infantil expulsión de Cueva, quien no soportó un codo de Jorge Valdivia y le tiró la pelota a la cara, quien hizo su show y logró que el árbitro expulsara al peruano.
Se jugaba el minuto 23 y el marcador estaba 1-1 (goles de Alexis Sánchez y Jefferson Farfán) y aunque había desentendimiento en nuestra defensa, el ataque con una “Foquita” en su mejor forma, perturbaba a los chilenos.
Pero la salida de Cueva la aprovecharon los chilenos para imponer condiciones, aunque Perú respondía y el partido se puso parejo, pero a los 35 minutos Farfán, de muy bien ejecutado penal, pondría el 2-1, que alegró a los peruanos. ¿Podríamos ganar con 10 jugadores?
Estaría escrito que el partido lo ganaría Chile, pues a los 39 minutos se lesionó Carrillo, y Gallese, en lugar de botar la pelota fuera de la cancha para permitir el cambio, la siguió jugando y ahí, nada más vino el 2-2 por acción de Eduardo Vargas. Entonces la defensa nacional hacía flecos.
El fútbol actual obliga a los defensores estar encima de sus adversarios, sin dejarlos respirar, y tratando de adelantarse a tomar la pelota, apretando la marca y dificultando los pases o remates. Perú concedió todo.
Y así llegó el segundo de los chilenos, o sea el empate, cuando jugábamos con 9 por la lesión de Carillo. Nuevamente Eduardo Vargas venció a Gallese.
Luego a los 44 minutos, Alexis Sánchez, un dolor de cabeza para los defensores peruanos, marcó el 3-2 que nos mandó a camarines con la sensación que podría ser una goleada.
No solo era cuestión de la pésima actitud de la defensa, que dejaba en libertad de acción a los rivales, sino que no había creatividad en el medio campo. Al igual que en Colombia, el mediocampista Carlos Lobatón se olvidó de tratar bien la pelota y pasó a ser uno más en la cancha. Y lo mismo ocurría con Ballón, bastante fatigado por la contención.
Comenzando la complementaria, a los 48’ Alexis Sánchez, una ladilla, entre los distraídos defensas de casa, marcó e 4-2 que hizo temer lo peor. Pero el equipo, aún con sus errores y deficiencias, ponía peligro por las incursiones de Farfán y algunas apariciones de Guerrero. El ingreso de Yordi Reyna fue intrascendente.
Además hizo bien Gareca en sacar a Lobatón para poner a Tapia, que llegó con más criterio a sumarse a los breves ataques. Ya en los minutos de descuento, en el 91’, Paolo Guerrero marcó el 4-3 que acercó el marcador, pero que igual fue otra derrota peruana.
Recuerdo que luego de la Copa América, ante el buen juego exhibido por el equipo de Gareca, hasta nos atrevimos a pronosticar que en las dos primeras fechas eliminatorias, sacaríamos cuatro puntos. Uno en Colombia y el otro en casa frente a Chile. Y la realidad nos ha dejado con cero puntos.
El siguiente partido es el 12 de noviembre frente a Paraguay, en el Nacional, puede significar el primer gran paso, aunque los paraguas marchan cuartos con 4 puntos, pues le ganaron de visita 1-0 a Venezuela y el martes igualaron 0-0 en su casa con Argentina.
Y en seguida, el 17 de noviembre debemos jugar en Brasil contra el dueño de casa, que cayó ante Chile de visita 2-0, pero que goleó 3-1 a Venezuela, jugando de local.
Se va desvaneciendo la ilusión que despertó la selección de Gareca, al lograr el tercer puesto en la Copa América de Chile y con el notable bajón de muchos referentes, especialmente la defensa y el medio campo… Hasta la próxima.