La coronación del rey Carlos, el mayor acto ceremonial inglés celebrado en 70 años, contará con el despliegue de más de 11.000 agentes de la policía, que patrullarán las calles de Londres con la finalidad de mantener controlada cualquier incidente.
Las autoridades de la capital británica señalaron que las fuerzas de seguridad tienen meses de preparación para el evento, donde asistirán celebridades y jefes de Estado.
No obstante, la celebración también contará con la presencia de manifestaciones antimonárquicas en Trafalgar Square y a lo largo de toda la procesión.
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Tom Tugendhat, ministro de Seguridad, destacó en Times Radio que el suceso contará con una de las operaciones de seguridad más importantes realizadas por el país.
“La policía está, por decirlo suavemente, muy ocupada, y nuestros servicios de inteligencia y otras fuerzas de seguridad son muy conscientes del reto al que nos enfrentamos”, afirmó.
La Abadía de Westminster será el escenario de la coronación de Carlos, junto con su esposa Camilla, y el subcomisario adjunto Ade Adelekan de la Policía Metropolitana de Londres aseguró no tener información sobre amenazas específicas para la celebración.
Nueva ley que da mayor autoridad policial
Se prevé que el problema mayor sea la protesta en contra de los reyes, lo que ha sido resuelto por una nueva ley aprobada esta semana que brinda a la Policía mayor autoridad para hacer frente.
Las fuerzas del orden intentarán evitar incidentes como el ocurrido en junio, donde activistas climáticos causaron disturbios en el desfile previo a las celebraciones del Jubileo de Platino de la fallecida reina Isabel. Asimismo, manifestantes han lanzado huevos a Carlos en sus actos celebrados desde que es rey.
Republic, grupo de campaña, aseguró que planea organizar protestas, pese a la carta del Ministerio del Interior que mencionaba los nuevos poderes de la Policía, a lo que el colectivo ha calificado que “podría interpretarse como intimidación”.
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