CALIFORNIA/EEUU.- La plataforma de streaming de Netflix estrenó con éxito el esperado filme de suspenso y terror, “Bird Box” (A ciegas), protagonizado por Sandra Bullock y que plantea un oscuro mundo post apocalíptico del que ella y sus hijos deben escapar.
Los analistas consideran que el terror es uno de los géneros cinematográficos más populares a la par con la ciencia ficción, y por tanto cualquier apuesta con un buen elenco, y una trama novedosa tendrá más cabida entre los espectadores.
Por otro lado, y aún más destacable, está el desarrollo de la historia y un par de escenas que la convierten en una cinta interesante.
Todo comienza cuando Jessica (Sarah Paulson), una criadora de caballos, conversa sobre sus animales mientras visita a su hermana Malorie (Bullock), quien vive encerrada en su casa viendo cómo avanza su embarazo no deseado.
Malorie debe salir para ir a un control médico, y Jessica decide acompañarla. Ya en el exterior, notan que algo extraño está pasando. La gente está excesivamente violenta y se causan daño a sí mismos, hasta el punto en que se terminan suicidando.
Tras ello, la película salta a una segunda línea de tiempo que pasa cinco años después esa primera experiencia paranormal de Malorie. Ahora su hijo está más grande, y lo acompaña una segunda niña cuya presencia se explica más adelante.
Los tres llevan sus ojos vendados mientras intentan atravesar un río en un bote pequeño. Presente y futuro se mezclan en el relato y las explicaciones de los sucesos vienen entremedio.
Lo que está claro es que hay una presencia oscura que hace que las personas se quiten la vida. A través de ella la gente ve sus más grandes temores o sus penas más profundas, y los atormenta a tal punto que ya no quieren seguir viviendo.
La única forma de evitar la muerte es vendarse los ojos o vivir encerrado con las ventanas tapadas. Las escenas que marcan, Malorie y su hermana Jessica suben a un auto y arrancan para escapar de lo que están viendo: decenas de personas golpeándose, chocando sus autos y lanzándose de edificios.
Cuando Jessica va manejando, de pronto sus ojos se enrojecen y comienza a llorar desesperada. Pierde el control del vehículo y termina volcando con su hermana embarazada. Pese al impacto, ambas logran salir sin lesiones graves del auto, pero Jessica aparentemente hipnotizada toma una decisión drástica: lanzarse a un camión que venía a gran velocidad para morir, mientras Malorie la mira desconcertada.
Malorie, su hijo y la niña van en el bote intentando llegar a un lugar seguro que está al final del río. Mientras reman con sus ojos vendados, un desconocido comienza a hablarles e inician un extraño altercado que culmina con el hombre muerto y con la mochila de provisiones de Malorie en el fondo del río.
A las afueras del lugar la presencia oscura se comienza a manifestar, y por primera vez mueve las cosas como si fuera un fantasma. En paralelo, la niña se baja del bote y comienza a caminar sin rumbo. La escena está cargada de suspenso, y no hay duda de que es una de las más intensas del relato. (ECHA – Agencias)