BARCELONA.– “Trabajaré por una república y una constitución nueva “. anunció este lunes el nuevo presidente regional de Cataluña, Quim Torra , al ser investido en su cargo durante la sesión plenaria del parlamento catalán.
El nuevo mandatario se encuentra bajo la lupa del Gobierno que encabeza Mariano Rajoy, quien se encuentra dispuesto a volver al artículo 155 “si comete alguna ilegalidad”, y de la CUP, que permitió su investidura pero le hará oposición para marcarle la senda de la independencia y que no se desvíe hacia el «autonomismo».
En medio, las dudas del paftido oposiior Ciudadanos, cuya portavoz, Inés Arrimadas, le echó en cara que «no será el presidente de todos los catalanes» ni logrará la independencia”.
https://www.youtube.com/watch?v=La-nTWGtv2E
Cataluña ha cerrado este lunes un periodo de 199 días sin Gobierno con la investidura de Torra, número 11 de la lista de los seguidores de Carles Puigdemont-
Después Jordi Sánchez y de Jordi Turull, ambos en prisión, ha sido el tercer candidato a la investidura y el segundo en someterse a una sesión en el Parlament después del exconseller Turull.
Su labor al frente de la Generalitat es un misterio en cuanto al alcance que tendrá su compromiso por «una República para todos» y la duración de una legislatura, después de que Puigdemont le pusiera fecha de caducidad en una entrevista en el diario italiano La Stampa donde dijo que Torra convocará elecciones el primer día que pueda, el 27 de octubre, si continúa la «persecución» del Estado.
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Como ya hizo en la primera jornada de la sesión de investidura, Torra empezó su discurso recordando a Puigdemont como «presidente legítimo» y a los políticos independentistas encarcelados o huidos.
Prometió una «República para todos», tras un «proceso constituyente» que empezará desde la base y con un final que se desconoce si te llegará hasta la Cámara con un voto contrario a la Constitución.
Torra se comprometió a recuperar 16 leyes del Parlamento que fueron frenadas por el Tribunal Constitucional y a trabajar en tres ejes: la acción «en el exilio» a través del Consell de la República; las instituciones y la asamblea de alcaldes independentistas en Cataluña, y a través de la ciudadanía en el proceso constituyente.
Prometió terminar el despliegue de la Agencia Tributaria catalana y un salario mínimo de 1.100 euros. (ECHA- Agencias)