El partido de la fase de clasificación para la Eurocopa de 2020 entre Bulgaria e Inglaterra ha tenido que pararse dos veces por insultos racistas de los hinchas locales a los jugadores ingleses. El equipo de Southgate dominó con autoridad la primera parte (4-0) pero tuvo que sufrir una de las caras más lamentables del fútbol en un encuentro que corre riesgo de suspensión.
El partido se paró durante unos minutos por los cánticos racistas de un sector de los hinchas que acudieron al estadio Natsionalen Vasil Levski de Sofía.
En el minuto 27, con 2-0 en el marcador a favor de Inglaterra, el árbitro croata Ivan Bebek decidió parar el choque por la actitud de una parte de los aficionados radicales de Bulgaria, que corearon lemas racistas contra jugadores como Rahemm Sterling, Marcus Rashford y Tyrone Mings.
Entonces, desde la megafonía del estadio, se pidió que cesarán dichos cánticos racistas y tres minutos después se reanudó el juego en un estadio que fue clausurado parcialmente por la UEFA el pasado 19 de julio por un comportamiento similar de los aficionados.
Ante Inglaterra, el Natsionalen Vasil Levski contó con 5,000 localidades menos por sanción, mientras que para el próximo encuentro, frente a la República Checa el 17 de noviembre, no podrá ubicar a aficionados en 3,000 de sus asientos.
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