Los continuos temblores ocurridos en un período breve, entre el 10 y 11 de mayo en la parte norte del país, no es un suceso extraordinario ni debe interpretarse como un aviso de futuros movimientos telúricos, aclaró el director del Instituto Geofísico Peruano (IGP), Hernando Tavera.
“Muchas veces esta actividad sísmica es muy recurrente”, indicó el experto a la Agencia Andina. “Puede ser que en algunas regiones formen pequeñas secuencias de eventos sísmicos o en otras regiones no, pero lo que estos representan es la actividad sísmica que ocurre en nuestro país” agregó.
De la misma manera, mencionó que en el IGP “no podríamos aseverar que esto es parte de un sismo grande o no lo es, porque no existe información suficiente como para poder afirmarlo”.
En relación con lo anterior, señaló que hubo 13 sismos registrados frente a las costas de Piura y Tumbes, los cuales causaron inquietud entre los habitantes de áreas costeras como Máncora.
“Dos fueron de magnitud 5, uno de magnitud 5.2, dos de magnitud 5.1 y cuatro réplicas que siguieron a estos eventos”, detalló Tavera.
Explicó, en este sentido, que estos eventos se originan por el choque de las placas de Nazca y Oceánica con la placa continental o sudamericana donde se localiza Perú.
“Por lo tanto, en nuestro país la mayor frecuencia de eventos sísmicos siempre se da frente a la zona costera, desde Tumbes hasta Tacna”, complementó.
Por lo tanto, Tavera opinó que la serie de temblores “no es algo inusual”.
IGP reporta sismo de magnitud 5.2 con epicentro al suroeste de Zorritos en Tumbes
“Ya ha ocurrido otras veces frente a las costas de Chimbote, Pisco, Arequipa y Lima”., señaló. En el último caso, ocurrió frente a Lurín y Chilca. mencionó.
“Lo que sí queda claro es que somos un país sísmico”, subrayó el especialista, quien también apuntó que estos recientes movimientos no implican riesgo de tsunami, ya que estos últimos ocurren con sismos de magnitud igual o superior a siete grados y con epicentro en el mar.
Asimismo, Tavera recordó que el 30 de mayo se llevará a cabo un simulacro nacional, en conmemoración del sismo, seguido de un aluvión, que impactó Huaraz y devastó la ciudad de Yungay, el 31 de mayo de 1970.
Foto Andina