Nada diplomática. Katy Perry causó un revuelo a ambos lados del estrecho de Formosa, al envolverse con los colores de la bandera taiwanesa en Taipéi, lo ocasionaría una airada reacción de China.
Katy Perry apareció el 28 de abril en el escenario del Taipéi Arena envuelta en una bandera taiwanesa y vestida con un atuendo de lentejuelas decorado con flores de girasol, emblema de las manifestaciones antichinas que sacudieron la isla en 2014.
Trascendió que los mensajes de admiración hacia Katy Perry “inundaron” las redes sociales: “Estoy muy emocionado”, “genial”, “te quiero”, fueron algunos de los posts que los internautas taiwaneses destinaron a la intérprete de I kissed a girl o Firework, que no ha aclarado si su elección de vestimenta reflejaba su posición política sobre las relaciones chino-taiwanesas.
Sin embargo, como explican sus defensores, Katy Perry habría recibido la bandera de un miembro del público, escena habitual en los conciertos, la anécdota corre el riesgo de elevar la tensión con China, cuyas relaciones con Taiwán son conflictivas desde hace más de 65 años, después de la guerra civil que separó a la isla nacionalista del continente comunista.
“Tendrá problemas para dar conciertos en China” a partir de ahora, opinaba Tsai Chen Wang en Facebook. Mientras, en Sina Weibo, el Twitter chino, muchos fans de la China continental decían sentirse “decepcionados”. Aunque el agente de Katy Perry no hizo comentarios al respecto, el organizador del concierto en Taiwán, se apresuró a aclarar que la elección del vestido había sido fortuita.
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