A menudo se habla de la Inteligencia Artificial en términos de los empleos que reemplazará, pero ¿qué hay de los empleos que creará? Si bien algunos roles pueden desaparecer, la rápida integración de la IA en la vida cotidiana generará profesiones completamente nuevas que habrían sonado a ciencia ficción hace tan solo una década.
Jason Morris, experto en negocios cree que los próximos cinco años presenciarán una explosión de carreras que fusionarán la imaginación humana con la capacidad de las máquinas.
“Tendemos a sobreestimar lo que la IA puede hacer por sí sola y subestimamos las nuevas oportunidades que abre para las personas”, afirma Jason. Con un mayor enfoque en la colaboración entre máquinas en lugar de la competencia, aquí enumera siete puestos sorprendentes que podrías encontrar anunciados en portales de empleo para 2030.
Los 7 empleos a los que podrías postularte en 2030
1- Terapeuta virtual de mascotas
A medida que las mascotas robóticas y los compañeros digitales impulsados por IA se vuelven más realistas, el apego emocional es inevitable. Un terapeuta virtual de mascotas ayudará a los dueños a gestionar los vínculos que forman con estos compañeros de IA, guiándolos en el entrenamiento, problemas de comportamiento o incluso en el “duelo” de la retirada del software.
“Cuando una familia ha invertido años en una mascota de IA que recuerda cumpleaños, hábitos y estados de ánimo, reemplazarla no será como comprar un teléfono nuevo”, dice Jason.
Habilidades requeridas: psicología, asesoramiento y un profundo conocimiento de la interacción humano-máquina.
2- Conservador de memoria digital
Para 2030, nuestras IA personales probablemente lo almacenarán todo: conversaciones, fotos, datos biométricos e incluso estados emocionales. Un Curador de Memoria Digital actuará como un bibliotecario profesional para tu registro vital, organizándolo, filtrándolo y asegurándose de que tu legado digital sea accesible y significativo.
Este puesto combina la sensibilidad de un archivista con la gestión ética. “Sin la curación humana, los archivos personales de IA podrían convertirse en vertederos de datos abrumadores. La gente querrá a alguien que pueda contar la historia de sus vidas”, señala Jason.
Habilidades requeridas: archivística, habilidades narrativas y ética de datos.
3- Auditor de Sesgo Algorítmico
El sesgo en la IA ya es un tema candente, y para 2030 será una profesión de pleno derecho. Corporaciones, gobiernos y ONG contratarán auditores de sesgo algorítmico para analizar los sistemas de IA en busca de prejuicios ocultos, garantizando un trato justo entre los grupos demográficos.
“La confianza es la moneda de cambio de la economía de la IA. Si la gente no confía en los algoritmos que configuran la atención médica, las finanzas o la justicia, todo el sistema se derrumba”, advierte Jason.
Habilidades requeridas: estadística, derecho, ética y ciencias sociales.
- Intérprete de sueños asistido por IA
La tecnología del sueño está en auge, y la monitorización neuronal pronto permitirá que la IA analice nuestros patrones cerebrales con una profundidad extraordinaria. Los intérpretes de sueños asistidos por IA combinarán las respuestas de las máquinas con la comprensión simbólica y cultural para ayudar a las personas a encontrar el significado a través de los datos de sus sueños.
Mientras que la IA proporciona el “qué” del sueño, el intérprete proporciona el “por qué”. “Las máquinas pueden registrar las ondas cerebrales, pero en última instancia no pueden conectar esas imágenes con mitos culturales, historia emocional o crecimiento personal”, afirma Jason. “Ese es un rol profundamente humano”.
Habilidades requeridas: psicología, antropología e interpretación creativa.
5- Diseñador de personalidad con IA
Para 2030, los avatares de IA estarán en todas partes, desde representantes de atención al cliente hasta compañeros digitales, profesores e incluso dobles de famosos. Un diseñador de personalidad con IA será responsable de moldear cómo estos avatares se emocionan y conectan con las personas, asegurándose de que se sientan auténticos en lugar de infrahumanos. “Estos avatares llevarán a Siri al siguiente nivel, mostrando humor, peculiaridades e inteligencia emocional de forma natural”, explica Jason.
Habilidades requeridas: psicología, lingüística, desarrollo de personajes y artes escénicas.
6- Sommelier con Aprendizaje Automático
La industria del vino puede ser una de las tradiciones más antiguas, pero la IA ya está entrando en los maridajes de alimentos y bebidas. Para 2030, un Sumiller con Aprendizaje Automático se especializará en entrenar IA para recomendar el maridaje perfecto de café o cóctel, teniendo en cuenta no solo la química del sabor, sino también la retroalimentación biométrica sobre el estado de ánimo y los niveles de estrés.
“El paladar humano es tanto emocional como biológico. Un puesto como esta combina el conocimiento sensorial con la ciencia de datos para llevar la hostelería a la era de la IA”, afirma Jason.
Habilidades requeridas: artes culinarias, ciencia sensorial y capacitación en IA.
7- Estilista de Entornos Virtuales
A medida que el metaverso y los espacios de trabajo inmersivos maduren, las personas buscarán expertos para diseñar sus entornos generados por IA. Un diseñador de entornos virtuales creará todo tipo de proyectos, desde jardines digitales relajantes para teletrabajadores hasta paisajes inspiradores para la educación o la terapia.
“El fondo de tu Zoom se verá primitivo en comparación con los entornos creados con IA de 2030. La demanda de personas capaces de diseñar espacios emocionalmente inteligentes será enorme”, predice Jason.
Habilidades requeridas: diseño, psicología del espacio y modelado 3D.
Jason Morris comentó:
Aunque estos puestos de trabajo puedan parecer futuristas, resaltan una verdad fundamental: la IA intensifica la necesidad de habilidades humanas. Las cualidades que seguirán siendo más valiosas son la empatía (comprender las emociones y los valores de las personas de una forma que las máquinas no pueden); la creatividad (generar ideas, historias y conexiones originales que van más allá de lo que la IA puede sintetizar); y el juicio ético (decidir qué se debe hacer, no solo qué se puede hacer).
La ironía es que cuanto más inteligentes se vuelvan nuestras máquinas, más necesitaremos redoblar nuestros esfuerzos en la inteligencia humana, que es aquella que se basa en la ética, la imaginación y la resonancia emocional.
Fuente: tynmagazine.com