El iniciar mayo, mes de María, la Madre de Jesús, además del mes dedicado a la madre, es empezar realizando la peregrinación hacia el Santuario de la Virgen de Chapi en Arequipa.
El Santuario de la Virgen de Nuestra Señora de Chapi, se encuentra ubicado a 60 kilómetros de la ciudad capital de Arequipa, en un valle que lleva el mismo nombre, Chapi, correspondiente al distrito de Polobaya, uno de los 29 distritos que componen la provincia de Arequipa. El santuario se encuentra a 3075 m.s.n.m. donde el viento corre con cierto silbido a 16 kilómetros por hora y las temperaturas promedio en estas fechas están entre 15 °C en las noches y hasta 21 °C al mediodía.
Visitar Chapi es observar una planicie rodeada por cerros de irregular geografía y durante la peregrinación al santuario se va compartiendo alimentos de la zona y sobre todo un delicioso pan redonde y aplanado de tamaño mediano y medio dulce, con sabor a trigo campestre que acompañado de un café de granos de la zona alientan el camino cada 7 kilómetros de travesía donde se va haciendo los descansos recuperadores.
La peregrinación hacia el Santuario de la Virgen de Chapi es una tradición de cada primero de mayo donde cada feligrés encomienda sus más caros anhelos a la Virgen con el fin de que se realice el milagro y alcancen hacia ellos. Se cree que esta tradición viene de cuando trajeron a la Virgen de Chapi desde España durante el siglo XVII por encargo de sacerdotes y monjes franciscanos y jesuitas que luego de haberse perdido, fue encontrada en un cerro cercano a la comunidad de Pocsi en el Valle de Chapi, lugar donde construyeron una capilla.
El nombre de Virgen de Chapi se atribuye a que durante el traslado de la Virgen de un lugar a otro porque loa pobladores se quejaban debido a las constantes visitas y para llegar rápidamente solían pisar las cementeras agrícolas destruyendo parte de estas cementeras por ello fue trasladada hasta en tres oportunidades a diferentes zonas para su veneración. En la última oportunidad se sentía muy pesada y difícil de mover y se escuchó una voz que decía “chaypi”, “chaypi”, “chaypi” que significa “aquí, aquí, aquí”. Por ello, decidieron la construcción de una nueva capilla donde se encuentra hasta la fecha.
Durante un tiempo, por la remodelación de la Capilla y la reconstrucción de zonas que quedaron destrozadas por el sismo de 2001, la Virgen de Chapi fue trasladada a la Iglesia de San Juan Bautista en Yahahuara al lado de los arcos y portales turísticos de Arequipa. En 1983 fue llevada por primera vez a Arequipa. Cubrirse con su manto sagrado o venerarla por un momento con oraciones, plegarias y cánticos te llena de energía y paz, tal como hacen los pobladores de Arequipa y de otros lugares que llegan a Chapi para las festividades y procesión de la Virgen de Chapi que además es Patrimonio Cultural de la Nación.
Otro destino importante de peregrinación al empezar este mayo es llegar a Tarma y de allí hacia el Santuario del Señor de Muruhuay.
El Santuario se ubica a 10 kilómetros de la capital de la provincia de Taram, el distrito del mismo nombre, que es una de las nueve provincias que tiene la región Junín. En la provincia de Tarma se ubica el distrito de Acobamba, también, uno de los nueve distritos que tiene la provincia de Tarma. Su clima es templado a frio entre 7 °C durante las noches y 18 °C en el día.
El Señor de Muruhuay es una imagen de Cristo crucificado, pintado sobre la roca del cerro en Muruhuay. Su nombre tiene significado proveniente entre el Quechua: “Muru” significa varios colores y “huay “o “huasi” que significa casa. Su aparición data de mucho antes a 1830 cuando algunos pobladores de la zona se percataron de la existencia de una cruz en una peña del cerro y solicitaron al párroco de Tarma autorizar oficiar una misa. Esto obligó al presbítero Guillermo Cámara acudir a la zona y realmente encontró una cruz que al limpiar la zona y sacar algunas placas del cerro pensando que desaparecía, se notó mucho más definida la cruz y el rostro de Cristo con la coloración producto de la filtración de agua cargada de óxido de fierro que circulaba por aquella peña. Frente a esta situación y el asombro de los pobladores que no querían entender la explicación del párroco que esta “mancha” era producto de la circulación del agua se propusieron construir una capilla que protegiera la Cruz al que bautizaron con el nombre de Señor de Muruhuay.
Esta festividad tiene como día central el 3 de mayo; pero, días previos y posteriores a ella, se presentan elencos de danzas, orquestas típicas, peregrinos, visitantes que realizan la peregrinación desde la plaza principal de Tarma hasta el Santuario. Sin embargo, se aprovecha para complementar la visita religiosa con el recorrido hacia la Gruta de Huagapo al otro lado de Muruhuay en el cerro Racasmarca en el que se puede observar una entrada de 18 metro de altura por 33 metros de ancho y conforme se va avanzando por el túnel que tiene una dimensión aproximada de 2000 metros, pero que al público está permitido hasta 100 metros cuyos espacios se van cerrando y acercándose formaciones rocosas de estalactitas y estalagmitas con presencia frecuente de agua que cae y discurre por los pies. Se observa también, varias cascadas de agua que se van perdiendo conforme se avanza. Hay una zona hasta donde se puede apreciar e inclusive lugares que para seguir avanzando se tiene que bucear, hasta que ya no se puede avanzar por la peligrosidad que representa.
Por ahora nos quedamos aquí, volveremos para contarle otros lugares porque así es mi tierra, así es mi Perú.
Fotos Andina