El mundo entero depende de China para las tierras raras, los metales y los imanes producidos con ellos: China representa el 63% de los óxidos de tierras raras del mundo, el 85% de los minerales refinados y el 93% de la producción mundial de imanes.
Sin embargo, el problema no es la dependencia, sino la vulnerabilidad. Esto es, los problemas derivados de las interrupciones en los intercambios comerciales medidos en términos de costes económicos, malestar social y, posiblemente, inestabilidad política.
Un informe del think tank económico ‘Bruegel’ cuenta cómo la Comisión Europea publicó en 2021 y 2022 dos informes de las dependencias y las capacidades propias europeas. Ese informe identificaba 137 productos de los que la Unión Europea es altamente dependiente de importaciones, sobre todo chinas.
Bruegel llega a conclusiones más pesimistas porque en lugar de 137 productos examina los datos de importación de 6.887 productos importados por los países europeos entre 2001 y 2022.
Usando un indicador de diversificación de importaciones conocido como ‘Índice Herfildahl-Hirschman’, llega a la conclusión de que a pesar de que algunos productos esenciales se importan de muchos proveedores diferentes, las importaciones europeas se han ido concentrado en las dos últimas décadas en un número cada vez más pequeño de proveedores.
Las relaciones económicas de Europa con China se han deteriorado en los últimos años por varios factores, incluidas las acusaciones sobre posible abuso contra las minorías que trabajan en la región Xinjiang y por los altos incentivos de Beijing a la industria que restan competitividad al bloque.
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La cumbre de este jueves 6 de abril entre Emmanuel Macron, presidente de Francia y Ursula von der Leyen , presidenta de la Unión Europea y el presidente chino, Xi Jinping, busca establecer un nuevo rumbo para las maltrechas relaciones del bloque con el país asiático tras años de tensiones.
Sin embargo, antes de su primer viaje a China desde que asumió el cargo de presidenta de la Comisión Europea en 2019, von der Leyen aseveró que Europa debe “eliminar el riesgo” diplomática y económicamente con una China que se endurece cada vez más.
Von der Leyen aclaró que el bloque no podía desvincularse de China, pero sí necesitaba “reequilibrar” esos lazos económicos con la segunda economía más grande del mundo. La tarea no será fácil si se tiene en cuenta la gran dependencia europea del mercado chino.
China le vende al bloque 400.000 millones de euros más de lo que le compra al año. Además, suple el 20% de sus importaciones, mientras que la proporción de lo que le exporta es mucho menor.
China, además, es el tercer mercado exterior más grande de la Unión Europea para sus automóviles, y alrededor del 15% de las exportaciones de este rubro de la UE se dirigen al gigante asiático.
Casi todo el suministro hacia Europa de tierras raras, litio o magnesio, usado para productos que van desde baterías hasta centrales eólicas, es chino. Y de China procede también la mayoría de los paneles solares que usan en Europa.
El 24 de noviembre de 2021 el Parlamento Europeo aprobó un informe sobre “Una estrategia europea para las materias primas fundamentales”. Entre otras cosas, en su preparación se recordó que el aprovisionamiento mundial de tierras raras, fundamental por ejemplo para la producción de baterías para coches, está al 86% en manos de China.
La comitiva del presidente francés en su viaje crucial a China incluyó al menos a medio centenar de empresarios, entre ellos los altos ejecutivos de Airbus -que firmó un acuerdo para vender aviones a China y establecer una segunda planta de ensamblaje- y otros como el gigante del lujo Louis Vuitton o el productor de energía nuclear EDF.
El mandatario francés expresó este jueves el deseo de Francia de continuar, junto con China, “la lucha contra el cambio climático” y el trabajo en ámbitos como “la biodiversidad, la seguridad alimentaria y una nueva asociación financiera”, aunque manifestó su preocupación por el déficit comercial de Francia con el gigante asiático.
En el marco de la visita de Macron a China, las autoridades chinas han dado su visto bueno para formalizar un pedido al fabricante aeronáutico europeo Airbus de la compañía de alquiler china CASC por 160 aviones, 150 de ellos de la familia de pasillo único A320 y los 10 restantes del modelo de doble pasillo y largo alcance A350, según el Elíseo.
Fuente: tynmagazine.com