La selección peruana de fútbol se fue de bruces en su nuevo intento fallido de romper la paternidad chilena en su territorio al caer 2-0 en un partido de roñoso desempeño de la bicolor. La peor derrota de un equipo borroso y sin identidad.
Acá, el desastre fue compartido por Juan Reynoso y los jugadores con apuros de empeñarse, cada cual, en ser parte de una desbocada carrera de jugar de la peor manera.
Juan Reynoso si tenía algún crédito de aceptación al frente de la bicolor, ya lo perdió. Casi todo. Le queda poco y deberá utilizarlo en el partido ante Argentina para inventarse la redención de un proceso eliminatorio desmejorado.
Reynoso no tiene amplitud en su elección del once que enfrente a los campeones del mundo. En su libreta de apuntes tendrá que borrar a los que no pagaron el diezmo de suficiencia y deberá optar por los se quedaron empernados en el banco.
Sería útil para él y la selección tomara mano de la frescura de jugadores con necesidades de salir del cascarón y que no están siendo frecuentados. Quispe, Grimaldo, Lora, Ormeño, Sonne y el propio Brayan Reyna deberán sumarse para que sirvan de enjuague en el lavado de la pobre imagen que la selección proyecta.
Tendrá Reynoso que ser más osado, dejar la postura defensiva que tanto le preocupa y apostar por darle vuelo a quienes podrían ser los misiles ofensivos de un replanteo en el proceso eliminatorio.
Por lo demás, Reynoso tiene que tomarse el tiempo de recomponer el estado anímico de los jugadores que por más cuajados que muestren en estos menesteres de jugar eliminatorias, no sería nada mal ponerle una papa más al caldo de lo que por ahora padecen: débiles, de cuerpo y alma. (Hugo Laredo).
Eliminatorias 2026: ¿Qué cambios debería hacer Perú para enfrentar a Argentina?