DAMASCO.- En el barrio periférico de Al Fugeija , de la ciudad siria de Raqqa, a poco más de dos palmos bajo el suelo, se descubrió la mayor fosa común del Estado Islámico que contenía al menos 3 mil 500 cadáveres.
No fue hasta el mes pasado, más de un año después de la victoria, cuando los vencedores descubrieron más de 120 cuerpos sin vida yacen en un renglón junto a las montañas de tierra de las primeras paladas.
“Estas son tumbas individuales, pero más allá, junto a los árboles, está la fosa común de los ejecutados por Daesh”, explica al medio Asaad Mohamed, un forense empleado de la fuerza de protección civil iraquí.
“Hay entre 2.500 y 3.000 cuerpos estimados en ella, a los que sumar los entre 900 y 1.100 de las tumbas individuales, hasta llegar a al menos 3.500”, calcula.
Tal acumulación de muertos no es novedosa. Sólo alrededor de Raqqa hay localizadas otras ocho grandes fosas comunes. En la mayor de ellas, se han exhumado 900 cadáveres.
En Sinyar, al noroeste de Irak, se han localizado docenas con cadáveres de hombres, mujeres y niños de la comunidad yasidí. Muchas no han sido todavía abiertas.
Si en Sinyar hay menos duda de quién y por qué acabó en una fosa común, en sitios como Raqqa, de mayoría árabe, surgen dudas acerca de la identidad de los enterrados.(ECHA- Agencias)