BUENOS AIRES.- Diputados oficialistas y del kirchnerismo en Argentina se han enzarzado en una disputa por decidir quiénes ocupan los principales despachos de la Cámara baja, que ha sufrido un reciente recambio tras las elecciones generales del pasado año.
La polémica se suscitó a partir de una decisión del presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, del gobernante frente Cambiemos, quien decidió reasignar varias de las oficinas que ocupaban parlamentarios kirchneristas, principalmente de la agrupación La Cámpora.
“Nosotros no vamos a discutir por un metro cuadrado más o menos. Esta fue una inusitada resolución que nos notificaron ayer (jueves), intimándonos en un plazo de 72 horas a entregar prácticamente la mitad de los despachos que tenemos”, dijo hoy el presidente del bloque del kirchnerista Frente para la Victoria, Héctor Recalde.
El diputado acusó al presidente argentino, Mauricio Macri, de estar detrás de la decisión.
“No creo que sea de Monzó. Creo que es de Macri”, afirmó en declaraciones a radio Millenium y difundidas en un comunicado por el propio bloque del Frente para la Victoria.
Uno de los despachos reasignados es el de Máximo Kirchner, hijo del fallecido expresidente Néstor Kirchner y de la también exmandataria Cristina Fernández.
“El despacho de Máximo Kirchner, si se ve la guía oficial elaborada por la Presidencia de la Cámara, está asignado a él. Máximo dijo ‘me hubieran avisado que lo querían y no habría habido problema’. Pero pusieron una faja de clausura, siquiera hubo una resolución como la que nos notificaron ayer”, relató Recalde, para quien la decisión constituye una “provocación”.
Monzó ha alegado que los despachos reasignados, unos 18, ocupan la tercer planta del palacio legislativo, oficinas que tradicionalmente se han asignado a las autoridades de la Cámara.