Colombia: A lo 84 años murió Borletti el último gran mago de Macondo (VIDEO)

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BOGOTÁ/Colombia.- El mago Borletti, una de las últimas leyendas vivientes de la magia del Caribe colombiano, a quien Gabriel García Márquez reconoció su talento que plasmó en “100 años de soledad”, murió a los 84 años.

Su nombre real era Máximo Alfredo Hernández Durán, pero tomó su nombre artístico de una marca de máquinas de coser y el gran Gabo, le rindió homenaje  a su manera, cuando afirmó: “Borletti es el mejor mago del mundo, lástima que nació en Riofrío”.

Era  conocido como el ‘mago Borletti’, y también lo llamaban el ‘mago de Macondo‘, justamente por provenir de una tierra llena de magia y encanto. Con  el legendario Rafael Escalona son los dos personajes reales que el Nobel de Literatura incluyó en su obra ‘Cien años de soledad’.

“Es un mago de la estirpe de Melquíades”, sostuvo un periodista al relacionarlo con uno de los personajes de la máxima novela de Gabo.

“Ante Borletti tiene uno el presentimiento de que lo sobrenatural existe”, contó el periodista Juan Gossaín en una crónica de 1980 en ‘El Heraldo’, cuyo recorte guardaba el mago en un álbum.

El mago Borletti era un hombre flaco, vivaz y divertido, que hablaba rápido y con una voz ronca.

Sus trucos fueron presentados en los más exclusivos hoteles, cruceros, casinos, clubes y fiestas sociales ante presidentes, políticos, empresarios, artistas y periodistas.

Pero al igual que los mitos de Gabo o los cantos legendarios de un vallenato, también deslumbró a humildes campesinos en las fincas más apartadas y en los pueblos inhóspitos del Caribe colombiano.

Nació en Riofrío (Magdalena), a pocos kilómetros de Aracataca, la tierra de Gabo. No quiso ser capataz de una finca bananera, como lo fueron su padre, su abuelo y su tatarabuelo. Supo que lo suyo era la magia el día que por las calles de su pueblo vio a un mago llamado Foulert manejando un carro con los ojos vendados.

Ese episodio fue como una revelación y de inmediato sintió que sus manos no estaban para trabajar con un machete, sino para encantar y maravillar al mundo con magia.

Un día, caminando por las calles de su pueblo, vio en una vitrina las máquinas de coser Borletti, le pareció sonoro y esa misma noche se presentó en un acto con el nombre de ‘Mago Borletti’.

Sobre él se tejieron historias como que inventó el agua de ‘maranguango’, brebaje que le enseñaron los nativos de la Sierra Nevada de Santa Marta para llamar el amor y volver a la gente idiota o loca.

También dicen que por arte de su magia, con sus perfumes compuestos, casaba a las mujeres con el hombre que ellas quisieran, siempre y cuando pagaran bien. (ECHA – Agencias)