Día de la Madre: Madres longevas fueron homenajeadas por Pensión 65

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Un emotivo homenaje rindió a las madres usuarias más longevas del Perú, el Programa Nacional de Asistencia Pensión 65, mediante un donativo de víveres que entregó a un grupo representativo de ellas, la mayoría centenarias.

Personal y representantes de Pensión 65 en cada región se acercaron hasta el domicilio de una madre representativa de sus respectivas zonas, eligiendo a las madres más longevas de los padrones de usuarias.

Las ancianas comparten entre sí una característica que explicaría su longevidad: una alimentación saludable, compuesta por granos andinos, menestras, leche y frutas; y sus dietas que sí incluían la carne. Ninguna consumía gaseosas ni otros productos industrializados.

Entre ellas, la señora Andrea Gutiérrez Cahuana, de Arequipa, quien tras la muerte de Filomena Tapia podría ser la mujer más longeva del Perú con sus 118 años, recordó que bebía leche de cabra y consumía trigo y quinua; así como carne de res, alpaca y oveja.

Pese a su avanzada edad, los únicos problemas de salud que tiene es discapacidad visual y, ocasionalmente, dolores articulares.

Victoria Cuzcano, de 103 años, quien vive en Lunahuaná, (Ceñete, Lima) comió hasta hace poco mucha fruta (manzanas y duraznos), especialmente, cuando trabajaba como peona de chacra en Lunahuaná, pero también menestras, papa seca y platos típicos de la zona, como arroz con pato o escabeche de pato, que preparaba su hija.

Actualmente, su hija y su nieta la alimentan con mazamorra y panetela (compuesto de arroz con canela, zanahoria y panetela) y siempre fruta. Madre, hija -también usuaria de Pensión 65– y nieta viven juntas y cuidándose unas a otras.

La selva también aporta sus ingredientes a la dieta de las más longevas. Manuela Lozano Córdova, de 105 años, de San Martín, sigue comiendo hasta hoy frejoles, habas y gallina. Extraña la época en que se alimentaba también con carne de res, que consumía con frecuencia cuando trabajaba en la chacra y en la ganadería.

Además de las ya mencionadas, hasta el sábado al mediodía habían recibido este reconocimiento también con alegría Elena Huanasca, 108 años (Junín), Estefa Céspedes, 104 años (Lima) y  Serafina Huillca Tuco, 106 años (Cusco). (F/Andina)