La Navidad ya pasó no es momento de regalar nada (OPINIÓN)

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El resultado pudo ser mejor pero ese doblez de inconsistencia para no saber aguantar el resultado, fue una vez más el flujo negativo para firmar un empate con los argentinos en el debut de la selección peruana en el Sudamericano Sub-20.

El empate no fue malo pero queda en la boca ese amargor de no saber ganar cuando el partido estaba casi por finalizar y, en una de esas lagunas mentales, llegó el gol albiceleste y con ello la frustración de  tener el triunfo pero se escurrió de las manos en la resbalosa defensa que no mantuvo el resultado.

Perú tuvo todo a su favor, incluso con un jugador más ante la expulsión de Romero, un carnicero que sacó el estilete en agravio de Pacheco, uno de los mejores en la cancha del estadio Olímpico de Ibarra.

La bicolor tuvo un triunfo de festivo andar con juguetona artimaña cuando Roberto Siucho apenas a los 12 minutos metió el bombazo que se desvió en un defensor gaucho y la pelota infló la red argentina.

Después con Adrián Ugarriza convertido en conductor de la tropa peruana buscó el arco adversario. Hasta tres ocasiones de gol que no se concretaron daba la saludable impresión que se conseguiría los tres primeros puntos y ponerse a la altura de Brasil que ganó a Ecuador 1-0-

Sin embargo, el segundo tiempo no fue del todo favorable. Perú cedió espacios y permitió que los paisanos de Messi se fueran al ataque. Con más corazón que fútbol cuando las ideas escasean.

Encima la expulsión de Romero hizo que una luz de esperanza brillara ante el rival incompleto, Los argentinos con toda esa carga de experiencia y antecedentes con historia hizo pesar su fortaleza para de la nada salvar la honra.

Es el comienzo y se perfila un buen final que apunta a lograr un cupo para el venidero Mundial de Corea.

El inicio indica que puede mejorarse. De saber una mejor administración del balón. En muchos pasajes se observó que se arrastra la deficiencia en la entrega del balón.

Todavía no sabemos tener la posesión de la pelota. Faltan ajustes en el armado del equipo. Falta mentalizarse en que el rival con todos sus pergaminos no es superior.

El empate puede ser bueno porque no se perdió pero hay que acostumbrarse a ganar todo. No regalar nada, porque a nosotros nunca nos regalan nada. La Navidad hace rato que pasó. (Hugo Laredo Medina).