Las autoridades peruanas están haciendo pleno uso de la fortaleza fiscal del país para amortiguar el efecto externo negativo y el estímulo del Gobierno favorece el crecimiento de la economía y el desempeño de las expectativas empresariales, informó Moody’s Investors Service.
“El estímulo fiscal del 2015, sustentada en amplias reservas fiscales y bajos niveles de deuda, impide una mayor desaceleración de la actividad económica y el empeoramiento del sentimiento económico”, explicó el vicepresidente del grupo soberano de Moody’s Investors Service, Jaime Reusche.
Explicó que como resultado del estímulo contracíclico se vaticina que el déficit fiscal trepará hasta 1.8 por ciento del Producto Bruto Interno el 2015.
“Dada una brecha de producción negativa (expansión por debajo del potencial), el déficit público se mantendrá en consonancia con los objetivos de déficit estructural a medio plazo”, adelantó.
Sostuvo que Moody’s espera que las autoridades retiren de manera gradual el estímulo fiscal en el 2016 conforme la economía se recupere.
“La orientación de la política del Gobierno proporcionará apoyo a la recuperación económica aún frágil, mientras el proceso de saneamiento anunciado señala un firme compromiso con la prudencia fiscal, beneficiando la credibilidad soberana”, resaltó.
Subrayó que de continuar la debilidad económica hasta 2016, las reglas fiscales proporcionan flexibilidad para mantener una política fiscal expansiva si la brecha de la producción continúa negativa.
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