BUENOS AIRES.- Organizaciones políticas y sociales en Argentina protestaron hoy en varias ciudades del país mil ollas populares con las que reclamaron que el gobierno declare un estado de emergencia social en el país.
“Estamos visibilizando el problema de la pobreza, la ausencia de trabajo y la destrucción del empleo formal y en ese sentido vemos con mucha preocupación que las medidas del gobierno han deteriorado profundamente el tejido social”, dijo a Efe Gildo Onorato, portavoz de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), una de las organizaciones convocantes.
Las ollas populares, impulsadas también por el Frente Popular Darío Santillán (FPDS), Barrios de Pie y Corriente Clasista y Combativa (CCC) alimentaron a algo más de 200 personas solo en la ciudad de Buenos Aires.
Aunque no es la primera vez que estas asociaciones protestan con ollas populares por la visibilidad de la pobreza y el hambre, en esta ocasión han presentado ante el Congreso un proyecto de ley enmarcado en la campaña por la emergencia social.
El proyecto de ley ha sido introducido por 25 senadores de tres bloques, según subrayó Onorato, que añadió que “la próxima semana comenzará a tratarse en las comisiones del Senado”.
Además de reclamar la creación de un millón de puestos de trabajo, las organizaciones reivindicaron a nivel nacional la falta de respuesta del gobierno ante los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Según el instituto, un 32,2 % de la población urbana se ve afectada por la pobreza y con una incidencia mayor en los niños, cifras que para el presidente Mauricio Macri “golpean” y “duelen”.
El mandatario, que asumió la Presidencia en diciembre último con la promesa de llegar al objetivo de “pobreza cero”, dijo la pasada semana que acepta ser evaluado en sus políticas desde el “punto de partida” que marcan las estadísticas oficiales, ya que considera que estas marcan ahora la realidad del país tras años de datos manipulados durante el kirchnerismo (2003-2015).
Una de las coordinadoras de la CCC, Mónica Fernández, afirmó que la mayoría de las personas que estaban protestando son habitantes de las villas o barrios marginales que son “apartados de la sociedad” y que uno de los reclamos es su inclusión laboral.
“Tienen unos sueldos mínimos y no pueden alimentar a sus familias, los chicos solo comen el almuerzo a mediodía y después a la noche se toman un té caliente y se van a dormir con los estómagos vacíos. Comen una vez al día”, explicó.
Los comedores sociales actúan en las zonas más marginales de la ciudad y en ellos se alimenta diariamente a unas 250 personas, según indicó una de las coordinadoras del comedor social de la Villa 20, que, luego de ayudar a repartir comida durante la mañana de hoy miércoles, explicó que Argentina es “un país muy solidario”.
Para Onorato, este deterioro provoca una situación de injusticia para los trabajadores más humildes que “inventan” su trabajo a diario haciendo lo que denominó “changas”, trabajos autónomos e inestables con contratos por apenas unos días o semanas.
La protesta nacional también sacudió las ciudades principales de provincias como Salta, Tucumán, Córdoba, San Luis, Alto Valle, Chaco y Formosa.
EFE/Foto: elpais.cr