El West Bromwich se aferró a sus opciones de permanencia tras encadenar su segunda victoria consecutiva al imponerse este lunes por 3-0 a un Southampton, más preocupado por la semifinal del Copa que disputará el próximo domingo con el Leicester que por el encuentro con los “baggies”.
Una diferencia de actitud que no tardó en plasmarse sobre el terreno de juego, donde desde el principio tan sólo existió un equipo: el West Bromwich.
Envalentonado por el contundente y sorprendente 5-2 por el que se impuso en la última jornada al Chelsea, el conjunto del DT Sam Allardyce buscó sin descanso la portería rival.
Un auténtico acoso que a punto estuvo de dar fruto al conjunto local a los cuatro minutos en un remate del delantero senagalés Mbaye Diagne que pese a acabar en las redes no subió al marcador, tras ser anulado por supuesto fuera de juego posicional de un jugador del Bromwich.
Contratiempo que no aplacó la ambición de los locales que encontraron premio a su voracidad a los 32 minutos con el gol del brasileño Matheus Pereira, que anotó el 1-0 al convertir un penal cometido contra él.
Una ventaja que el West Bromwich dobló tres minutos después con el gol del escocés Matt Phillips, que culminó un contraataque propiciado por el robo de pelota de Diagne, sin lugar a dudas, el mejor jugador del partido en el primer tiempo.
Diferencia que los locales ampliaron en la segunda mitad con el gol del internacional irlandés Callum Robinson, que estableció a los 69 minutos el definitivo 3-0, pese a que el Southampton tuvo la ocasión de maquillar el marcador con un penal en el tiempo de prolongación que James Ward-Prowse no acertó a convertir.
Un claro triunfo que situó a los “baggies” a ocho puntos de la salvación a falta de siete partidos para la conclusión del campeonato.
Titánico reto para los del DT Allardyce que se han ganado el derecho a soñar hasta el final si siguen jugando de la misma manera que lo hicieron este lunes ante el Southampton y la pasada semana ante el Chelsea.
Foto EFE