MOSCÚ.- La política de EEUU de profundizar el deterioro de sus relaciones con Rusia tiene carácter contraproducente con consecuencias imprevisibles, advirtió este viernes la vocera de la Cancillería, María Zajarova.
“Llama la atención, sobre todo, la prohibición de Estados Unidos para trabajar con nuestros órganos de seguridad, lo cual impide la colaboración para luchar contra el terrorismo” dijo tras señalar que el empeoramiento de los vínculos bilaterales trae consecuencias negativas, incluso para ellos mismos.
Consideró la portavoz que tal posición resultaba más absurda aún, después del atentado terrorista de un extremista que arremetió en una camioneta contra una zona peatonal en Nueva York, cerca del memorial a las víctimas del 11 de septiembre de 2001, con saldo de al menos cuatros y más de una decena de heridos.
“Nos preguntamos, por qué en esas circunstancias de ataques terroristas, el Congreso norteamericano aprueba nuevas sanciones contra Rusia como parte de una ley contra los enemigos de Estados Unidos con el uso de sanciones. ¿Acaso buscan el enemigo dónde no es?”, interrogó la diplomática.
Ahora anunciaron, es decir, el pasado 26 de octubre, sanciones contra las empresas rusas del sector de la defensa y una aclaración de cómo cumplir con las sanciones anunciadas en agosto pasado en el sector energético, recordó.
Estimó Zajarova destacó que “nuestra economía hace tiempo se adoptó a trabajar en medio de las sanciones de Occidente. De alguna forma, las restricciones fueron beneficiosas, pues nos abrieron nuevas posibilidades de creación”.
“Lamentablemente, Estados Unidos, que en su momento se consideró paladín de la libertad empresarial, ahora cada vez se desliza hacia un dictado en la esfera económica que desdeña los daños que ello pueda causar al empresariado”, comentó.
Rusia denuncia la apropiación por el gobierno norteamericano de dos mansiones de descanso de su propiedad en Nueva York y Washington, así como el cierre del consulado de San Francisco, en California, y de las oficinas comerciales en Nueva York y la capital norteamericana.(ECHA-Agencias)